La intención del Gobierno de dictaminar de manera exprés el proyecto para suspender las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y llevar esta discusión al recinto el próximo jueves pareció desmoronarse esta tarde, pero fue salvada y el próximo paso será, ahora, aprobar el proyecto el jueves al mediodía en la Cámara de Diputados.
Ayudaron las firmas de tres radicales, la Coalición Cívica, Pro, los misioneros de Hugo Passalaqua, los cordobeses vinculados a Martín Llaryora del bloque Encuentro Federal, y los santiagueños Ricardo Daives y Bernardo Herrera, así como los catamarqueños Silvana Ginocchio y Sebastián Nóblega. Estos últimos cuatro serían los que terminarían evitando el fracaso de LLA.
Fue ayer martes a la tarde en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, donde los libertarios necesitaron reunir 58 firmas totales -entre los distintos dictámenes-, la mitad más uno de los presentes. Lo consiguieron después de una trabajosa negociación con todos los bloques.
El oficialismo logró un dictamen de mayoría con 53 firmas, tres de ellas en disidencia. Figuran en este texto los avales de los cordobeses de Llaryora, Ignacio García Aresca, Alejandra Torres y Juan Brugge, así como el de Oscar Agost Carreño, todos ellos del bloque comandado por Miguel Pichetto. También lo hicieron los radicales Soledad Carrizo, Martín Arjol y Francisco Monti.
Se negaron a acompañar la voluntad del oficialismo la mayoría de la UCR, los radicales críticos de Democracia (identificados con Facundo Manes) y una porción de Encuentro Federal, como Margarita Stolbizer.
Se trata de los bloques dialoguistas con los que el Gobierno contaba para avanzar en la discusión de suspender las PASO. Criticaron el tratamiento apresurado así como el esquema de prioridades del Poder Ejecutivo, que desplazó de la mesa de discusión el presupuesto y postergó el tratamiento de la iniciativa de “ficha limpia”.
Por su parte, el grueso del kirchnerismo y la izquierda se posicionaron en la vereda opuesta a la reforma electoral y anticiparon que no firmarían ningún dictamen. Se les escaparon los santiagueños y los catamarqueños, a los que nunca le confiaron del todo. Fueron quienes ausentaron a parte de su tropa para hacer caer la sesión que buscaba limitar la utilización de Javier Milei de los decretos de necesidad y urgencia (DNU).