Albares se encontraba de visita en Pakistán para solicitar su ayuda a fin de garantizar la evacuación de Afganistán de las personas que colaboraban con las fuerzas españolas en ese país.

“En estos momentos hay preocupación, no puedo ocultarlo, por la situación de las mujeres y los derechos humanos y la libertad de movimiento en Afganistán”, dijo en una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán, Shah Mehmood Qureshi.

“Puedo asegurarles que los derechos de las mujeres y los derechos humanos son siempre importantes para nosotros en cualquier región del mundo”, dijo.

Desde que los talibanes tomaron el poder el 15 de agosto, se han disuelto varias protestas callejeras encabezadas por mujeres. Algunas personas han sido detenidas y sometidas a palizas. Los talibanes han prometido investigar los incidentes.

La última vez que estuvieron en el poder, entre 1996 y 2001, los talibanes impusieron una versión estricta de la ley islámica y a menudo castigaban a la gente con azotes públicos, amputaciones y ejecuciones. Las actividades de las mujeres, como el trabajo y la educación, quedaron severamente restringidas.

Esta vez los talibanes han intentado presentar una imagen conciliadora. Ambos ministros de Asuntos Exteriores dijeron que tenían que demostrarlo al mundo con hechos.

Por esta razón, dijo Qureshi, los Gobiernos extranjeros se han abstenido de reconocer la administración talibán formada el 7 de septiembre.

“Veo un interés, un deseo de comprometerse, pero no una prisa por reconocer”, dijo.

Albares pidió la colaboración de Pakistán para garantizar la salida de todas aquellas personas que han colaborado con las fuerzas españolas u otras organizaciones en Afganistán durante los 20 años de presencia de la OTAN.