Antonio Caló fue desplazado de la jefatura de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) el 22 de marzo por un grupo de seccionales rebeldes y desde entonces se mantiene en silencio. Sin embargo, en sus primeras declaraciones tras ser desplazado, el ex líder metalúrgico desmintió que durante el acto tenga previsto denunciar que en la UOM sufrió un “golpe del kirchnerismo”, como afirmaron algunas versiones periodísticas, y aclaró: “Caló nunca va a hablar mal de la UOM ni contra el secretariado. Jamás. Nunca le van a sacar una palabra en contra”.
Estoy alineado con el secretariado. Toda la vida, más allá de quien sea secretario general. La sigla de la UOM es sagrada”, añadió.
No fue lo único que dijo. Admitió que “a la inflación no la pueden domar” y que “el panorama es bastante negro”, ya que “hay laburo, pero el salario no alcanza”. Y agregó: “No es que el salario sea bajo sino que la inflación es muy alta, que es distinto”.
Además, ratificó su alineamiento con Alberto Fernández: “Mientras haya un presidente peronista voy a remar por ese presidente. Esperemos que Alberto se vuelva a presentar. Todos en la CGT estamos con la reelección de Alberto”. Y advirtió: “Lo vamos a defender”. Aun así, mencionó a Daniel Scioli como otro candidato presidencial del Frente de Todos.
Respecto de las próximas elecciones, anticipó que “van a ser difíciles para cualquiera” y, en particular, para el Frente de Todos. “Vamos a tener que laburar mucho para convencer a la gente”, admitió el dirigente metalúrgico.