El Barcelona se impuso por 1-0 frente al Huesca, último de la tabla, este domingo y Lionel Messi fue titular en el primer partido del año de su equipo, luego de haberse ausentado en el empate 1-1 ante el Eibar que cerró 2020 para el cuadro azulgrana.

El artillero argentino fue pieza importante en su equipo ya que asistió a Frenkie De Jong en el único tanto del encuentro. El Diez recibió la pelota en el sector izquierdo del ataque, levantó la cabeza y esperó a que el holandés llegase al área para levantar un centro perfecto que dejó a su compañero sólo contra el arco.

Fue nada menos que la asistencia número 300 de su carrera, un número redondo que demuestra la calidad de Leo, no sólo para convertir sino también para hacer festejar a sus compañeros. De éstas, 260 fueron con la camiseta del conjunto catalán y el resto con las de la selección argentina. Sus receptores favoritos son nada menos que Luis Suárez, con 39 y Neymar, con 20, con quienes conformó uno de los mejores tridentes de ataque de todos los tiempos y ganó la Champions League 2015.

Además fue el partido número 750 de Messi con el Barcelona y el 500 en La Liga, en donde ya es el extranjero con más juegos disputados. A su vez, en este encuentro ejecutó su remate de tiro libre número 400. En esos intentos ha festejado en 35 ocasiones, una efectividad de 8,75%, más que cualquier otro jugador de La Liga de España en los últimos 25 años, segundo en esa lista está Ronaldinho, con un promedio de 7,32% (15 goles en 205 disparos) según los datos publicados por el español Míster Chip.

La Pulga no pudo marcar un tanto en esta ocasión pero situaciones no le faltaron ya que incluso tuvo una muy clara en la primera mitad cuando apareció solo por la derecha e improvisó una patada de karate que se marchó lejos de donde imaginaba. Su insólita definición generó cierta repercusión en las redes y muchos se burlaron de él al señalar que otros goleadores como Cristiano Ronaldo, hubiesen dirigido su remate al arco.

Aunque el equipo de Ronald Koeman comenzó una racha potencialmente definitoria de la temporada de cuatro partidos consecutivos a domicilio con una cómoda victoria, se mantiene 10 puntos por detrás del Atlético, líder del certamen hasta el momento.

El Barça dominó la posesión y creó varias ocasiones, pero el portero del Huesca, Álvaro Fernández, realizó varias buenas paradas para mantener a los locales en contacto. Después del gol de De Jong, a Messi se le negó un segundo justo antes del descanso, cuando Fernández remató magníficamente su tiro libre dirigiéndose hacia la esquina superior.

El argentino volvió a verse frustrado por las piernas de Fernández en la segunda parte tras combinar bien con Pedri, momentos después de que Marc-Andre ter Stegen reaccionara de forma brusca para mantener fuera el ingenioso talón de Rafa Mir. Esa fue una rara amenaza de Huesca, que ha ganado solo una vez en 17 intentos esta temporada, pero que le ha quitado puntos a la mayoría de los visitantes de su Estadio El Alcoraz hasta ahora, incluido el Atlético en septiembre.