El Patriarca Kirill habló seis semanas después de la invasión rusa de Ucrania, que ha obligado a huir a más de 4 millones de personas, ha acabado con la vida o ha herido a miles y ha dejado ciudades y pueblos destruidos.

Aunque no se le citó refiriéndose de forma específica a Ucrania, los comentarios de Kirill respaldaron la línea del Kremlin sobre la guerra al insinuar que las acciones rusas allí fueron una respuesta forzada a un agresor extranjero.

“¿Por qué se alzaron fuerzas externas contra las tierras rusas? ¿Por qué se empeñan en destruir, dividir, poner a un hermano contra otro?”, dijo Kirill, citado por la agencia de noticias rusa RIA.

El Kremlin afirma que la invasión es una operación especial para desmilitarizar y “desnazificar” Ucrania, argumentos que Kiev y los gobiernos occidentales rechazan como falso pretexto para una invasión.

Kirill, aliado del presidente Vladimir Putin, ha defendido las acciones de Moscú y ve la guerra como un choque con una cultura liberal occidental que considera decadente, en particular por su aceptación de la homosexualidad. Esta postura ha enfadado a algunos dentro de la Iglesia Ortodoxa y en las iglesias afiliadas en el extranjero.

Refiriéndose a un texto del Nuevo Testamento en el que la intensificación del conflicto entre el bien y el mal culmina con la segunda venida de Cristo, Kirill dijo que “el Libro del Apocalipsis menciona una determinada fuerza que frena la llegada al mundo del anticristo”.

“Algunos pensaron que es la iglesia la que lo retiene, y eso es correcto”, señaló. “La iglesia evita que la gente pierda el rumbo en la vida (…) es la fe ortodoxa, el vivir y actuar en la iglesia ortodoxa, esta es la fuerza que frena (al anticristo)”.

Kirill afirmó que no es casualidad que “a esta fuerza apunten hoy todas las flechas afiladas de todos los que buscan comprometer a la iglesia, dividirla y arrancarla del pueblo”, según RIA.