Donald Trump aún no decidió si se suma al esfuerzo bélico de Israel para destruir el proyecto nuclear de Irán, que tiene como principal objetivo fabricar bombas atómicas.
Pero ya autorizó que el general Michael Kurilla, jefe del Comando Central de los Estados Unidos, coordine un eventual plan de acción contra Irán con las máximas autoridades de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Kurilla tuvo experiencia de combate en Siria, Afganistán e Irak, fue condecorado con la Estrella de Bronce, y conoce cómo funciona la lógica militar de Irán, que opera contra Israel a través de Hamas en Gaza, Hezbollah en Líbano y los Hutíes en Yemen.
Durante la administración de Joe Biden, Kurilla aterrizó en Tel Aviv para ejecutar una acción militar conjunta con el gobierno de Benjamín Netanyahu, que proponía volar las refinerías de petróleo de Irán y destruir las instalaciones nucleares en Natanz y Fordow.
Se había cumplido un año del ataque de Hamas contra Israel financiado por Irán, y Netanyahu tenía intenciones de replicar los atentados terroristas cometidos el 7 de octubre de 2023.
Pero en esa oportunidad, Biden como presidente de Estados Unidos rechazó las hipótesis de conflicto de Netanyahu, y todo quedó empantanado.
Ahora, con Trump, el general Kurilla tiene luz verde para definir con el staff militar de Netanyahu un plan de acción destinado a anular el programa de enriquecimiento de uranio de los ayatollahs.
Sin embargo, la línea abierta entre el Pentágono y las Fuerzas de Defensa de Israel no implica que la operación conjunta entre Washington y Jerusalén ya sea un hecho consumado.