El presidente de Bolivia, Luis Arce, condenó la participación de actores “nacionales” e “internacionales” durante la crisis política e institucional desatada en su país tras la renuncia de Evo Morales en 2019. En ese contexto y en medio de un escenario diplomático de alcance global, volvió a denunciar al gobierno de Mauricio Macri por haber “enviado armas y municiones a los golpistas”.
Según Arce, la ruptura del orden constitucional en Bolivia ocurrió por la actuación de “políticos que no cuentan con el respaldo del pueblo en las urnas, de malos efectivos de la policía y las fuerzas armadas, de la jerarquía católica y los medios”.
En esa línea, el presidente boliviano condenó la participación de la Organización de Estados Americanos (OEA), “a través de su secretario general, Luis Almagro” y “de otros gobiernos como el anterior de la Argentina que enviaron armas y municiones a los golpistas”. También aseguró que tuvieron un rol en el quiebre institucional “representantes de la Unión Europea y otras organizaciones no gubernamentales”.
“Nuestro compromiso con el pueblo boliviano es que se haga justicia por las 38 vidas perdidas, los cientos de heridos y por las violaciones a los derechos humanos”, planteó Arce ante la Asamblea General del organismo.
En julio de este año, el gobierno boliviano denunció que la administración de Mauricio Macri envió “material bélico” con el presunto fin de colaborar en la represión de los simpatizantes de Evo Morales tras la asunción de Jeanine Áñez.
La evidencia de la supuesta ayuda que mantuvo la gestión de Macri fue una nota presuntamente enviada con firma del general Jorge Gonzalo Terceros Lara, comandante general de la Fuerza Aérea boliviana, al entonces embajador argentino en La Paz, Normando Álvarez García, donde se le agradecía la “colaboración prestada a esta institución armada en el marco del apoyo internacional entre nuestros países debido a la situación conflictiva que vive Bolivia”. Allí se consigna un listado de “material bélico” que, de acuerdo al escrito oficial, aportó el gobierno argentino.
La carta castrense tenía fecha el 13 de noviembre de 2019, tres días después de confirmada la caída de Evo Morales en el gobierno, en medio de una cruda violencia política que tuvo como hito las masacre de seguidores del MAS en las ciudades de Sacaba y Senkata durante la gestión interina de Añez.
Sin embargo, todavía hay versiones contradictorias respecto a la evidencia. Por ejemplo, una investigación realizada por un sitio de verificación de noticias falsas y del discurso público en Bolivia respaldó la versión de que la carta de agradecimiento es falsa, tal como alegan los principales acusados.
Por su parte, Alberto Fernández confirmó el envío de material, y le envió una carta al presidente Arce y le pidió disculpas “en nombre del pueblo” por la “colaboración del gobierno de Macri con las fuerzas que perpetraron el golpe de Estado contra el gobierno constitucional del presidente Evo Morales”.