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15/06/2021

En menos de 12 horas un joven fue agredido tres veces por una patota

Lo atacaron de madrugada en la calle. Después de tarde en su casa. Huyó, lo persiguieron y le dieron alcance en Balcarce y 222 de la Capital tucumana

Un joven del Bº 8 de Abril fue agredido tres veces en menos de 12 horas por la misma patota y anoche fue internado en el Hospital Regional.

Pese al hermestismo impuesto a la causa, trascendió que la víctima es de apellido Fernández.

Todo habría comenzado el fin de semana y la mayor tensión estalló ayer a la mañana cuando varios sujetos golpearon a Fernández en la calle. Urgente, la fiscal Celia Mussi fijó restricciones al menos a media docena de los agresores.

Consecuencias

Muy lastimado, el muchacho fue conducido al Hospital Regional, pero se habría retirado al amanecer, trascendió.

Lejos de dirigirse a su casa, habría marchado derecho a la casa de los agresores, en el 8 de Abril.

Sin que nadie saliera a responderle, Fernández habría atacado la vivienda a ladrillazos e insultado a todos los ocupantes.

Recién, diez minutos después, se fue a su casa, a pocas cuadras.

Sin ladrillazos asomándose por sus cabezas, los ocupantes de la casa partieron en busca de refuerzos, al parecer barrabravas.

En la tarde irrumpieron en su casa y agredieron, de nuevo, a Fernández.

Como pudo, el damnificado escapó corriendo y detrás lo hicieron al menos cuatro individuos.

Alcance sangriento

Le habrían dado alcance en calles Balcarce y 222, epicentro de la tercera agresión que terminó con Fernández fracturado, con múltiples excoriaciones, hematomas y con una herida de proyectil de tumbera.

Satisfechos por haberse, según ellos, vengado de Fernández, los cuatro atacantes huyeron.

Los vecinos llamaron al Hospital Regional y a la policía. Fernández fue reintegrado anoche al nosocomio, mucho más herido que en la mañana.

Redadas en puerta

Con la urgencia de aguarles la fuga a los agresores, la fiscal Mussi anoche intentaba armar el rompecabezas.

Con las piezas vitales procuraba que un juez le refrendase órdenes de allanamiento y detenciones.

La misión asomaba cuesta arriba, ya que escaseaban testigos, pese a haber presenciado la bestial agresión.

Filmaciones con celulares en medio de la ira y brutalidad

Un vecino confió a los investigadores que los agresores habrían filmado mientras golpeaban a Fernández.

En todo momento, los maleantes habrían advertido a los vecinos que si osaban delatarlos, regresarían por ellos.

Así, en el silencio, la policía veía desfallecer su optimismo en obtener pistas firmes para apresar a los delincuentes.

Mientras tanto, después los expertos recogieron vainas en la casa de Fernández y en Balcarce y 222.

La única intuición dominante es que los sujetos actuaron armados, dentro de la casa y en el ataque final.

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