El mediocampista vasco de 32 años podría no presentarse a la pretemporada que arranca el próximo lunes en San Lorenzo, y su continuidad en el club está en duda. En medio de un contexto institucional crítico, el futbolista analiza su futuro mientras aguarda por una oferta concreta desde Europa.
Con Damián Ayude como nuevo entrenador tras la salida de Miguel Ángel Russo rumbo a Boca, el Ciclón se prepara para afrontar el segundo semestre del año. Sin embargo, el panorama es sombrío: la crisis dirigencial, que estalló con la licencia pedida por Marcelo Moretti y la asunción de Julio Lopardo, sumado a la deuda salarial con el plantel, motivaron el enojo y la preocupación del ex Athletic Club.
Durante el receso, Muniain volvió a Bilbao y visitó al Athletic, donde juega su hijo. Si bien se mostró con una pulsera con los colores de San Lorenzo, gesto que enloqueció a los hinchas, su futuro inmediato sigue siendo una incógnita. Podría no reincorporarse el lunes a los entrenamientos, aunque eso estaría acordado con la dirigencia.
San Lorenzo, ahogado por las inhibiciones
El mercado de pases será otro dolor de cabeza. Si San Lorenzo desea incorporar jugadores, deberá levantar seis inhibiciones por un total de 2.151.000 dólares, una cifra que parece lejana en este presente económico:
800.000 dólares: incumplimiento de plan de pagos con Diego “Torito” Rodríguez
600.000 dólares: deuda con Monterrey por la compra de Adam Bareiro
500.000 dólares: dos cuotas impagas a Cristian Zapata
250.000 dólares: deuda con el Austin FC por Jhohan Romaña
1.000 francos suizos: multa de FIFA por cargos administrativos
Con este panorama, la continuidad de Muniain y la llegada de refuerzos aparecen como incógnitas dentro de una institución golpeada en lo deportivo y lo económico.
