La incertidumbre por la desaparición de Oscar Marcial, el odontólogo de 58 años cuyo paradero se desconocía desde el sábado pasado en la provincia de Tucumán, se comenzó a disipar ayer por la tarde luego de que un efectivo de la Policía provincial, identificado como Mariano Vizcarra, se presentara espontáneamente ante los investigadores para realizar una confesión: admitió su participación en el hecho y precisó el lugar donde había descartado el cuerpo.

En consecuencia, una brigada de policías y personal del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), junto al fiscal del caso, Carlos Sale, se dirigieron a la locación indicada por Vizcarra, en una zona boscosa de Timbó Nuevo, en el departamento de Burruyacú, cerca de Villa Padre Monti. Al llegar, alrededor de las 16, comprobaron el dato: allí encontraron el cadáver del odontólogo.

De esta manera, Vizcarra quedó detenido como principal sospechoso. Según comentó este mediodía el ministro de Seguridad provincial, Eugenio Agüero Gamboa, el oficial ya estaba en la mira de los investigadores, “como posible autor de la desaparición o como alguien que, en todo caso, tendría información al respecto por estar involucrado en el caso”.

“Esa teoría, formada en base a varios indicios de testimonios y siguiendo diferentes pistas, fue confirmada, ya que Vizcarra se presentó en la guardia de Tribunales informando que él es el autor del hecho y poniéndose a disposición de la Justicia, por lo cual en estos momentos se encuentra detenido y a disposición del fiscal Carlos Sale”, señaló el funcionario.

Por su parte, el abogado que representa a la familia de Marcial, Sergio Pérez, confirmó el hallazgo del cuerpo y no descartó la participación de más personas en el hecho. A su vez, fue cauto respecto a señalar a Vizcarra como el homicida y aclaró que “lo único que dijo hasta ahora es que tuvo un inconveniente con el odontólogo, pero en ningún momento dijo qué realizó”.

“Las evidencias apuntan hacia él, hay una tarea bastante minuciosa de los auxiliares de la Justicia”, agregó el letrado, al tiempo que dejó trascender que Marcial y el detenido “evidentemente se conocían, hay elementos que lo vinculan”.

Marcial tenía su consultorio en calle 9 de Julio entre Las Piedras y General Paz. El fin de semana cumplía años y por ese motivo el sábado a la mañana había ido a comprar una torta para el festejo. Salió de su casa ubicada en la calle Chile al 3000 y se subió a su auto Toyota Corola color gris. Poco después, habló por teléfono con su hermano, a quien le dijo que volvería a su vivienda al mediodía. Sin embargo, luego le mandó un mensaje contándole sobre un cambio de planes y desde entonces su familia no supo más nada de él, por lo que al día siguiente realizaron una denuncia.

Un día después, la Policía halló su auto estacionado en la vereda de avenida República del Líbano al 2.400, en la puerta de ingreso de una empresa de transporte. La Justicia ordenó un peritaje y en el asiento de acompañante y en el baúl se descubrieron manchas de sangre. También obtuvieron muestras de restos orgánicos para intentar elaborar un ADN y huellas dactilares.

Mientras se relevaban las cámaras de seguridad y se investigaban los impactos de las antenas de los tres celulares que pertenecían al odontólogo, la Policía realizó varios rastrillajes. El más reciente había sido esta mañana, en el cerro San Javier, con la inspección a cargo de la Unidad Regional Capital y la Unidad de Investigaciones.

Hasta este miércoles, la fiscalía manejaba dos hipótesis: una de ellas es que el profesional pudo haber sido víctima de un ajuste de cuentas por una deuda de dinero, y la otra línea puede estar vinculada a una relación sentimental. El detenido Vizcarra será indagado hoy por la mañana.