Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, se reunió con el ministro de Exteriores de Brasil y con la esposa del presidente Lula. El líder de izquierda no estuvo presente.
En una charla a estudiantes de Relaciones Internacionales en la Universidad de Brasilia, la enviada estadounidense habló de las dificultades de Ucrania para defender la democracia.
“Están luchando contra un abusador que pensaba que estaba bien invadir un país, tomar su territorio, matar a su gente y violar a sus mujeres”, dijo Thomas-Greenfield.
“¿Cuál es el próximo país? ¿Qué otro abusador pensará que pueden hacer lo mismo?”, se preguntó.
“No podemos dejar que Rusia gane en Ucrania, porque Ucrania está luchando por los derechos de las personas en todo el mundo”, agregó.
Lula, que volvió a la presidencia en enero, dijo en una visita a China el mes pasado que Estados Unidos, que ha enviado miles de millones de dólares en armas a Ucrania, estaba “incentivando la guerra”.
Sus declaraciones generaron la condena de la Casa Blanca, que previamente había calificado a Lula como un aliado natural en materia de democracia, cambio climático y otros importantes temas para el presidente demócrata Joe Biden.
Thomas-Greenfield dijo que abordó el tema de Ucrania con el canciller de Brasil, Mauro Vieira, y le “expresó, como el gobierno lo ha escuchado antes, nuestra decepción por las declaraciones hechas”.
La funcionaria destacó que Brasil votó en las Naciones Unidas para condenar la invasión rusa de Ucrania, a diferencia de otros países en desarrollo como India o Sudáfrica, que prefieren mantenerse neutrales.