La semana pasada, Ucrania dijo que recibió una serie de “paquetes sangrientos” dirigidos a sus delegaciones en toda Europa, poco después de que estallara una carta bomba en la embajada de Ucrania en España y la policía desactivara otras enviadas a, entre otros, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

El personal de seguridad del servicio postal español detectó los nuevos sobres durante las tareas de control del lunes por la mañana, tras lo que alertó a la policía, dijeron las fuentes. La Policía no encontró sustancias explosivas o inflamables en su interior, añadieron las fuentes.

La embajada ucraniana en Madrid ya había recibido el viernes un paquete con ojos de animal que, según el Ministerio del Interior, llevaba un sello extranjero.

Las pruebas de ese paquete compartidas con el servicio postal ayudaron a su personal a la última interceptación, añadieron las fuentes policiales.

El sábado, una fuente familiarizada con la investigación dijo a Reuters que las seis cartas bomba parecían haber sido enviadas desde la ciudad de Valladolid.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko, confirmó el lunes las últimas interceptaciones, añadiendo que ya se conocen 21 casos en los que se han enviado amenazas de este tipo a misiones diplomáticas en 12 países.