El abogado Augusto Medina descubrió que alguien estaba usando su clave fiscal y comenzó a hacer facturaciones millonarias a su nombre. El total de la estafa asciende a más de $2.000.000.
“Revisando las cuentas con mi contador, me informa que me cambiaron de categoría como monotributista debido a facturas emitidas con un monto cercano a los dos millones de pesos”, contó el damnificado.
Las facturas estaban dirigidas a la Universidad Nacional de Tucumán, a la Municipalidad de Banda Río Salí, a la Municipalidad de Lules y al Superior Gobierno de la Provincia.
Increíble resolución
La denuncia fue radicada ante la Justicia Federal. La UNT negó la contratación externa de Medina y la fiscalía investigó el IP de donde se emitió la factura. “Es una pericia vergonzosa porque la averiguación se hizo con una página de internet. No apareció la dirección correcta y la causa se archivó. Es una vergüenza porque estamos hablando de fondos públicos”, comentó Silvia Furque, abogada de Medina.