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17/04/2021

Estrés: qué es, cómo afecta el cuerpo y consejos para combatirlo

La palabra estrés es parte del lenguaje popular. Se lo puede experimentar cuando tenemos una discusión, pasamos un examen o recibimos un diagnóstico médico. Pero si el malestar que causa persiste, puede volverse crónico y generar serios problemas de salud

La buena noticia es que hay formas de controlarlo.

Los científicos definen dos tipos principales de estrés, como explica la biblioteca de salud A.D.A.M.:

Estrés agudo. Este es un estrés a corto plazo que desaparece rápidamente. Puedes sentirlo cuando presionas los frenos, peleas con tu pareja, estás en una montaña rusa o realizando un deporte de riesgo. Este estrés de hecho es una reacción positiva que ayuda a controlar las situaciones peligrosas. También ocurre cuando haces algo nuevo o emocionante. Todas las personas sienten estrés agudo en algún momento u otro a lo largo de la vida.

Estrés crónico. Es el estrés que dura por un período de tiempo prolongado. Puedes tener estrés crónico si tienes problemas de dinero, un matrimonio infeliz o una crisis de trabajo. Cualquier tipo de estrés que continúa por semanas o meses se define como estrés crónico. Puedes acostumbrarte tanto al estrés crónico que quizás ni te des cuenta que es un problema. Pero, si no encuentras maneras de controlarlo, podría causar problemas de salud de cuidado.

Cómo afecta el estrés al organismo
El organismo humano está preparado para manejar el estrés en dosis pequeñas, pero cuando se vuelve persistente y se transforma en crónico, puede afectar casi todos los sistemas del organismo.

La Asociación Americana de Psicología ofrece este resumen:

Sistema musculoesquelético
La tensión muscular es la reacción natural al estrés. Frente a una situación de estrés, los músculos se tensan, y se relajan cuando pasó el momento de tensión.

El estrés crónico hace que los músculos del cuerpo estén en un estado de alerta más o menos constante. Cuando los músculos están tensos durante largos períodos de tiempo, esto puede desencadenar otras reacciones orgánicas e incluso promover trastornos relacionados con el estrés.

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