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Sociedad
18/11/2022

¿Existen las madres o los padres tóxicos?

¿Existen las madres o los padres tóxicos?
Se caracterizan por la sobreprotección y la manipulación respecto a sus hijos. Por qué es importante el abordaje profesional a tiempo.

¿Existen las madres o los padres tóxicos? Si de sobreprotección y manipulación se trata, la respuesta es sí. En general, esto no responde a actitudes deliberadas sino a cuestiones ligadas a la personalidad de estos adultos que, si no se abordan a tiempo, pueden generar consecuencias nocivas para los niños y niñas.

“Desde la mirada de la crianza un papá o una mamá suelen considerarse tóxicos cuando, mediante sus acciones e intervenciones, en lo cotidiano no permiten el sano desarrollo cognitivo y socioafectivo de sus hijos”, explicó a Clarín Marisa Russomando, psicóloga especialista en maternidad, crianza y familia.

Mientras que el objetivo de la mayoría de estas madres y padres tóxicos es garantizar prosperidad y seguridad en sus hijos, los efectos pueden llegar a ser completamente opuestos a los deseados. En ese marco, la intervención de un profesional es clave para revertir la situación a tiempo.

Madres y padres tóxicos: principales características
En líneas generales, señaló la psicóloga, las madres y padres tóxicos se caracterizan por ser manipuladores y sobreprotectores. “Con diferentes modalidades hacen que sus hijos no puedan desplegar y construir todos sus recursos posibles”, aseguró.

Y amplió: “Esto puede ser intencional -que no es lo más frecuente- o no intencional y, muchas veces, en nombre del bienestar de estos hijos. Si bien el sobrecuidado, en general, está fundamentado por hacerles bien a sus hijos, en realidad sucede todo lo contrario”.

Russomando describió a estos mapadres como inseguros, muy temerosos, con autoestima sumamente baja y con alguna característica fóbica.

“Intentan mantener a sus hijos o hijas bajo sus alas más tiempo del necesario por algunas necesidades psicológicas muchas veces inconscientes. Por eso es tan importante revisar, informarse y ajustar todo lo posible en el día a día”, afirmó.

Las consecuencias para hijos e hijas
“Las consecuencias van a depender de la dosis de toxicidad de estas familias”, adelantó la psicóloga (en Instagram, @marisarussomando) al tiempo que añadió que las más serias se dan cuando esto está acompañado de alguna patología por parte de la madre y/o el padre.

Tras esa aclaración, mencionó que los efectos pueden ir desde “niños o niñas inseguras, repitiendo ciertas características fóbicas, a chicos o chicas que no tienen los recursos sociales, intelectuales y afectivos esperables para su edad, necesarios para desenvolverse en la vida”.

Lo más frecuente, en tanto, “son las consecuencias del momento que, si uno pudiera detectar a tiempo y trabajar en ello, podría compensar la carencia de recursos”.

Cómo abordar la situación: un trabajo en familia supervisado por profesionales
Según sostuvo Russomando, el abordaje de este tipo de conflictos requiere de un trabajo en familia orientado o encabezado preferentemente por profesionales de la psicología.

“En estos casos, en general los chicos llegan a consulta derivados de la escuela. Y si bien hay que trabajar con los niños porque hay que brindarles todo el espacio y las posibilidades para que puedan construir esos recursos que vienen pausados o retardados, sobre todo hay que trabajar con la familia para ver por qué sucedió eso”, afirmó.

Entonces el tratamiento abarca a los hijos, a cada uno de los adultos responsables y a “la familia como un sistema en sí mismo”. “Hay que evaluar cuál es la modalidad del sistema que no está funcionando, poder señalarlo, sugerir algunos cambios y seguir trabajando para llegar al mejor funcionamiento posible”, dijo la especialista.

Por último, la psicóloga enfatizó la necesidad de recurrir a un profesional, ya que “si bien estas situaciones se pueden detectar por parte de los miembros de la familia, “es difícil hacer algo en solitario para modificarlo cuando uno está incluido”.

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