El padre de Nahuel Molina, futbolista surgido en la cantera de Boca que hoy milita en Udinese y disputa la Copa América con la selección argentina, explotó en una entrevista radial y le apuntó a Raúl Cascini por sus tratos durante la negociación por la renovación del contrato de su hijo en el Xeneize antes de quedar libre a mediados del año pasado.
“Nahuel quería jugar en Boca y le dijo eso al Consejo. Lo llamó por teléfono Cascini, que es un rottweiler. Son tres rottweiler que tiene Riquelme. Negocian como jugaban ellos, como jugaba Cascini y Bermúdez, te comen los sesos. Esta gente no te escucha, ellos piensan que nosotros somos nada y están equivocados”, disparó en Fútbol 910 de Radio La Red Hugo Molina, quien estuvo presente en una de las reuniones con los integrantes del Consejo de Fútbol xeneize liderado por Juan Román Riquelme.
Y continuó: “Son muy soberbios. El que más habló fue Cascini, el Patrón y el Chelo fueron tipos respetuosos. Yo (a Cascini) lo conocía por televisión, lo conocí personalmente ahí. No me gusta hablar así a mí. Se ve que somos muy del interior y somos más respetuosos. Fue muy prepotente. No íbamos a pelear, íbamos a consensuar. No nos faltó el respeto pero no se negocia así”. El papá del lateral derecho aseguró que le hicieron dos propuestas al Consejo pero los ex futbolistas no se movieron de su postura: “Ellos decían ‘es esto o nada y andá a entrenar con la Reserva’. ¿Qué pasó? Fue a la Reserva. Es un chico, loco, y a muchos ya les pasó esto en Boca. Ellos defendían al club a su manera, yo no estoy de acuerdo con eso”.
Esta no es la primera vez que el familiar de un futbolista boquense irrumpe en los medios para hablar mal del Consejo de Fútbol ya que anteriormente sucedió algo similar con el padre de Cristian Pavón y la esposa de Esteban Andrada.
Molina hizo contrato a los 17 años, cuando debutó como profesional. Sin lugar en el plantel, fue cedido primero a Defensa y Justicia y en 2019 a Rosario Central, pero su contrato nunca se tocó. A seis meses de quedar libre, retornó a Boca y Miguel Ángel Russo pidió tenerlo en el plantel, pero la directiva puso como condición que extendiera el vínculo. Finalmente no hubo acuerdo y fue separado del plantel. Con la pandemia decretada, los últimos meses antes de quedar en libertad de acción fueron lejos del club. El Xeneize embolsó unos 600 mil euros por derechos de formación.
Hugo Molina admitió que fue un error no haber negociado antes la renovación y lamentó el trato de los laderos de Riquelme: “Son muchachos que tienen una experiencia extraordinaria. Es maravilloso conocerlos para mí que soy del interior y amo el fútbol. Tuve bien diálogo con el Patrón, pero qué se yo, a muchos compañeros de Nahuel los dejaron afuera. Estoy dolido porque nunca tuve la posibilidad de hablarlo y sacarme la bronca de adentro. Sé que Nahuel y su representante quizás se enojen conmigo. Mi hijo es una gran persona y le faltaron el respeto. A las personas hay que valorarlas, sobre todo cuando son chicos. Aparte son cuatro jugadores de fútbol, grandes profesionales, salieron de la cancha, no son dirigentes. Que no respeten a sus colegas… Y Nahuel salió de la cantera de Boca, loco”.
Molina padre aclaró que es hincha de Talleres de Córdoba pero que la familia le tiene un gran cariño a Boca: “Nahuel piensa que el club le dio mucho, su carrera, es extraordinario. Yo conocí la Bombonera el día de su debut contra Newell’s. Soy futbolista desde chico y técnico recibido, amo el fútbol, no me interesa el negocio, disfruto de lo deportivo. No tengo auto y no me interesa si Nahuel me comprará uno”.
Por otra parte, también recordó un episodio con la gestión anterior presidida por Daniel Angelici: “Conocí a Boca desde que Nahuel estuvo en las inferiores. Boca tiene eso de grande y extraordinario y cosas de amateurs. Dos días antes de jugar a Colombia por Copa Libertadores mi hijo no tenía el pasaporte al día. Como tenía 17 años tuve que dejar de hacer mi trabajo para viajar a Buenos Aires y hacer el pasaporte exprés. Viajé con toda la plata de mi bolsillo, ni el café me pagaron”.