Un desafiante Sarkozy dijo el lunes ante el tribunal que no estuvo involucrado en la logística de su campaña para obtener un segundo mandato como presidente ni en cómo se gastó el dinero de cara a la elección.
“¿Tuve la intención de cometer un fraude, de cometer un ilícito? ¿Fui descuidado? ¿Negligente? Mi respuesta es el más formal ‘no’ a todo eso”, dijo Sarkozy al tribunal. “Desde el momento en que me dijeron que las cosas estaban en orden, no tuve ninguna razón para darle más vueltas”.
Sarkozy, de 66 años, declaró a los jueces que era responsable de la dirección política de su campaña, pero no de la organización de los mítines, la producción de material de campaña y el pago de las facturas.
Los fiscales alegan que el partido conservador de Sarkozy derrochó casi el doble de los 22,5 millones de euros (27,28 millones de dólares) permitidos por la ley electoral en extravagantes mítines de campaña y luego contrató a una agencia de relaciones públicas para ocultar los costos.
En su acusación, los fiscales reconocen que su investigación no ha podido demostrar que Sarkozy organizara o participara en la trama, pero sostienen que se benefició de ella y que debía estar al corriente.