En abril de este año, el municipio local había inaugurado una plaza que lleva su nombre en el barrio Policial 4.
“Estoy muy sorprendido y agradecido porque todo un pueblo me haya distinguido. Es muy difícil recibir los honores de un soldado en vida por eso estoy muy emocionado, en este barrio que se eligió viven mis dos hijas y mis nietos. Espero que para los argentinos Malvinas sea lo mismo que significa para mí: un territorio que nos corresponde, que es nuestro. Nosotros perdimos una batalla pero la guerra sigue y ahora está en el concepto de recuperación de lo que es el territorio nacional. Como dice el himno a Sarmiento: con la espada, con la pluma y la palabra. Si no se deja que se lean las palabras y no se escucha entonces tronará el cañón de vuelta. Es hora de que la recuperación sea de manera diplomática. Las Malvinas son y serán siempre argentinas”, había comentado Cardillo.
Durante la guerra por Malvinas, entró en operaciones de combate el 2 de abril de 1982, en el marco de la Operación Rosario. Le tocó mostrar su temple y profesionalismo en la toma de la casa del gobernador inglés, ocasión en la que cayó herido mortalmente el capitán Pedro Giachino y fue alcanzado por fuego enemigo el segundo de la patrulla, el teniente Diego García Quiroga. Fue entonces que Cardillo se hizo cargo de la tropa y consiguió la rendición de los soldados ingleses allí apostados, sin causar bajas al enemigo.
Luego de Malvinas, siguió su carrera militar formando a varias generaciones de buzos tácticos y ganándose el afecto y reconocimiento de sus superiores.
Tras su retiro en 1995, Cardillo fue condecorado con la medalla del Congreso a los Combatientes de Malvinas y por la Armada Argentina con la medalla por Operaciones en Combate.