Un violento hecho ocurrió en la noche del domingo pasado en el barrio San Martín de la localidad de Arcadia. Según cuenta Ernesto Rivadeneira, su hijo, “Maxi” Rivadeneira sufrió una feroz golpiza luego de que se acercara a controlar que esté todo bien en un terreno de la familia que se encuentra a metros de donde se realizó una masiva fiesta clandestina.
“Mi hijo llegó al lugar donde era la fiesta clandestina a ver qué pasaba, porque uno de mis hijos tiene un terreno por ahí. No sabe cómo pero fue abordado y le propinaron una terrible paliza en patota: lo dejaron inconsciente”, relata a este medio Ernesto, padre del joven de 29 años. “Lo atacaron sin decirle nada”, agrega.
Rivadeneira detalla que según lo que pudo apreciar, “eran alrededor de 600 personas las que habían, porque adentro no daba para más, era una joda; no entiendo por qué tanta cantidad de gente, era impresionante” y al mismo tiempo que también denuncia que hace “totalmente responsable a la propietaria del local y a su marido” de los daños ocasionados a su hijo.
Cabe destacar que las fiestas son denominadas clandestinas porque están prohibidas desde hace más de un año, debido a la alta probabilidad de posibles contagios de Coronavirus que hay en estos eventos. Solamente están permitidas en “modo bar” y con capacidad muy reducida.
Además, el hombre explica: “Carlos Molina, quien me apoya en todo esto, ya había hecho una denuncia previamente a las autoridades, avisando la situación que iba a pasar con anterioridad. No se percataron y no fue ninguno a verificar si era realmente así y pasó lo que pasó”.
En cuanto a la salud de “Maxi”, Ernesto dice que “ya le realizaron la tomografía en el Hospital de Concepción y lo derivaron al Hospital Padilla para que lo vea un neurocirujano en el lugar” y continúa: “Ya fue dado de alta pero tenemos muchos medicamentos que comprar y todo corre por cuenta mía”.