Funcionarios del Ministerio de Desarrollo Productivo y del de Agricultura, Ganadería y Pesca, y representantes del sector de la carne vacuna comenzarán este viernes a discutir y consensuar los lineamientos del Plan Ganadero Nacional impulsado por el Gobierno para elevar la producción a 5 millones de toneladas.
Los principales puntos que se empezarán a tratar en la reunión serán sobre financiamiento, beneficios fiscales, ordenamiento de la cadena y cuestiones sanitarias, de acuerdo con un documento base al que Télam tuvo acceso.
Por parte del sector productivo, participarán miembros de la Mesa de las Carnes, de las entidades y del Consejo Agroindustrial Argentino.
“Es el proyecto inicial sobre lo que se va a empezar a discutir este viernes para enriquecerlo y que también se va a discutir con los gobernadores, para dentro de los 30 días tenerlo listo”, indicó una fuente oficial.
En primer lugar, el Gobierno entiende que el estado de situación del sector ganadero es de un estancamiento productivo que no acompañó al crecimiento de la población.
Estancamiento productivo
“Desde 1924 la producción de carne aumentó un 65 % y la población aumentó un 310 %. En paralelo, hubo un caída del consumo de carne bovina, dado que presentamos un consumo hab/kg similar al de 1920”, explica el documento.
Por otro lado, ven una baja eficacia reproductiva del rodeo, con una relación ternero/vaca del 63,5 % mientras que en países competidores como Australia ese índice alcanza el 70 % y en Estados Unidos el 89 %.
También considera que las pasturas, verdeos y forrajes conservados son “insuficientes”, lo que genera un “problema para una nutrición adecuada de los rodeos durante el ciclo productivo”.
Por el lado de la cadena comercialización, el Gobierno asegura que es un “sistema ineficiente”, sobre todo porque el producto que llega a las carnicerías son medias reses, sin discriminación de cortes.
También considera que hay una “heterogeneidad higiénico-sanitaria de los establecimientos”, ya que “conviven 4 tipos de clase de frigoríficos”, por lo que hay “problemas en términos de sanidad y calidad de la carne”.
Las herramientas que propone el Gobierno
Para corregir estos índices y problemáticas del sector, se propondrán herramientas de financiamiento, beneficios fiscales, capacitación, ordenamiento comercial y sanitario y acceso a nuevos mercados.
En el primer punto, considera una batería de instrumentos, como financiar a través del Banco Nación el incremento del peso promedio de faena, pasando de 210/226 kilogramos a 430; financiar la implantación de pasturas, verdeos y forrajes conservados; también los tratamientos de inseminación a tratamiento fijo; y la incorporación de toros puros controlados que permitan la recomposición del rodeo.
Asimismo, estudia el financiamiento a la infraestructura intrapredial orientada al abastecimiento de agua y al manejo de los animales; la adecuación de la industria frigorífica, para el paso de un esquema de comercialización interna por medias reses a uno por trozos de hasta 32 kilos; y la prevención de enfermedades infecciosas, parasitarias y carenciales de los rodeos de cría, recría y engorde.
Por el lado de los beneficios fiscales, “se busca incentivar la inversión productiva y en infraestructura, favoreciendo la producción de bienes de capital de producción nacional, mejorando así la productividad de la actividad ganadera”.
Para esto, el documento base estipula amortizaciones aceleradas para inversiones realizadas en bienes muebles nuevos -excluidos automóviles-, como mínimo en 3 cuotas anuales, iguales y consecutivas, que en el caso de las cooperativas se aplicará sobre Contribución Especial sobre el Capital.
Para inversiones en construcciones y de infraestructura, -excluidas viviendas-, la amortización se dará reduciendo al 50% el cálculo de vida útil para determinar el período de amortización.
De la misma manera, para “promover el uso de semillas fiscalizadas, estimular la producción sustentable con fertilizantes e insumos e incrementar la productividad ganadera, se propone un sistema de crédito fiscal del 50% de las erogaciones realizadas en adquisición de semillas, fertilizantes orgánicos y no orgánicos, y pasturas para el pago del impuesto a las ganancias, con un tope del 50% del impuesto a pagar”.
Respecto al ordenamiento de la cadena, tanto en lo comercial como en lo sanitario y “en línea con la readecuación productiva para la comercialización por trozos, es menester unificar los diversos estándares sanitarios que conviven actualmente, como así también morigerar los impactos impositivos, sobre todo para los eslabones más chicos de la cadena”.
“En este sentido, se plantea promover un estándar sanitario único a nivel nacional vía revisión de la ley de carnes, promover un régimen fiscal particular para las carnicerías así como un tratamiento fiscal específico para pequeños productores ganaderos”, concluye el documento.