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18/02/2021

Flujo vaginal, ¿cuándo no es normal?

Las infecciones vaginales son una de las principales causas de consulta ginecológica.

Muchas mujeres que tienen flujo vaginal abundante, pero que puede ser normal, deciden automedicarse, ya sea con remedios caseros (duchas vaginales) o con tratamientos que se encuentran disponibles sin recetas médicas, y en muchas ocasiones agravan su condición.

Puede ocurrir también que se presente flujo vaginal abundante y pero con características anormales. La afección puede ser grave y hasta requerir manejo hospitalario. Tal es el caso de las mujeres que sufren de enfermedad pélvica inflamatoria.

Por esto es importante que sepas que existen diversas causas de flujo vaginal. Algunas están relacionadas con una infección y otras son no infecciosas.

El flujo vaginal normal se caracteriza por ser transparente o blanquecino acuoso, inodoro, con un pH ácido, y en el que se encuentra una flora bacteriana normal constituida principalmente por lactobacilos (bacterias en forma de bastón) y que no produce ninguna irritación o molestia; este flujo puede aumentar o disminuir de acuerdo a la influencia hormonal del ciclo menstrual.

Causas de flujo vaginal anormal
Entre las causas por las cuales esta flora vaginal se puede convertir en una flora patológica (anormal), se encuentran el uso de duchas vaginales, la diabetes, y algunos factores que reducen las defensas del organismo (inmunodepresión).

Muchas infecciones cervicovaginales se caracterizan por flujo vaginal abundante, que difiere del normal, dependiendo del agente infeccioso que lo provoque. El flujo puede ser amarillo-verdoso, grisáceo con olor a aminas (olor a pescado) o blanquecino con grumos, y usualmente se asocian con comezón, irritación, ardor o inflamación en la región genital.

Algunas infecciones virales como el virus del papiloma humano (VPH) o algunas otras infecciones bacterianas no producen síntomas, por lo que no hay que confiarse y se debe acudir con su médico a revisión de forma periódica.

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