Francia ha celebrado algunos éxitos contra los militantes del Sahel en los últimos meses, pero la situación es extremadamente frágil y París se ha frustrado al no ver el final aparente de sus operaciones y la agitación política, especialmente en Malí.

La decisión de reducir las tropas se produce días después de que el coronel del ejército maliense Assimi Goita tomó el poder tras el derrocamiento de un segundo presidente en nueve meses.

Macron calificó la medida de un “golpe dentro del golpe” y suspendió temporalmente las operaciones conjuntas entre las tropas francesas y malienses el 3 de junio. Una de las fuentes dijo que, junto con el recorte de tropas, también podría haber un redespliegue en Níger.

La decisión sobre el recorte de tropas francesas se tomó durante una reunión del gabinete de defensa el miércoles, dijeron dos de las fuentes. Macron tenía previsto hablar en una conferencia de prensa en París más tarde en el día.

Había aplazado una decisión sobre la reducción de tropas tras una cumbre virtual en febrero de los cinco países del Sahel -Mali, Níger, Chad, Burkina Faso y Mauritania- y sus aliados, durante la cual Chad anunció el despliegue de 1.200 tropas para complementar a 5.100 soldados franceses en la zona.

Ninguna de las fuentes conocía el número de tropas que se retirarán o qué otros cambios se han previsto.

“Evidentemente, Francia no se va a quedar para siempre en el Sahel. Se sabía desde el principio y, obviamente, son los africanos los que tienen que garantizar la seguridad de los países africanos”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, a periodistas en Costa de Marfil cuando se le preguntó por una reducción de las tropas.

Los ministerios de Relaciones Exteriores y de las Fuerzas Armadas no quisieron hacer comentarios. La presidencia francesa no respondió a una solicitud de comentarios.