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09/04/2021

Glutamato monosódico, modera su consumo por tu salud

Como sabrás es importante comer saludable y equilibrado e incluir en la alimentación diaria una amplia variedad de alimentos donde deben predominar vegetales, frutas, fuentes proteicas, granos enteros y grasas saludables.

Lo recomendable es adquirir los nutrientes de fuentes naturales y evitar consumir en altas cantidades productos procesados y/o refinados, sin embargo, con el estilo de vida actual puede ser complicado encontrar dicho equilibrio pues uno busca comer delicioso y saludable mientras se ahorra tiempo y dinero.

Darle un alza al sabor de los platillos y botanas o apertivos es la intención de muchos productos que encontramos en el supermercado y es precisamente ese el rol que cumple el aditivo alimentario Glutamato monosódico (GMS).

El GMS es un aditivo que ha estado presente en alimentos procesados desde hace varias décadas y su uso es bastante común, lo podemos encontrar en la mayoría de los productos salados como salsas, snacks, aderezos, sazonadores y muchos otros; éste es agregado con el propósito de aumentar la intensidad de los sabores al emplear menos sal.

Se podría suponer que es favorable puesto que disminuye el consumo de sal, la desventaja es que es utilizado en una amplia gama de productos que ingerimos a lo largo del día en las comidas, por lo que su consumo puede ser dañino por la frecuencia y cantidad con la que se ingiere, esto sin darse cuenta la mayoría de las veces.

GMS y comida china
Este problema es también conocido como “síndrome del restaurante chino”. Involucra un conjunto de síntomas que algunas personas tienen después de haber ingerido comida con el aditivo glutamato monosódico (GMS). El GMS es con frecuencia utilizado en los alimentos preparados en los restaurantes chinos.

Hoy en día es requerido por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) indicar en etiquetas de los productos cuando el Glutamato Monosódico está presente, esto se debe a que al consumo frecuente de esta sustancia se le han atribuido ciertos síntomas como dolor de cabeza, debilidad, mareos, palpitaciones, entre otros según algunos estudios. Sin embargo, se necesitan más investigaciones científicas al respecto.

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