En un duelo cargado de emociones, Manchester United venció 5-4 a Olympique de Lyon en el tiempo extra y se clasificó a las semifinales de la Europa League 2024/25, con un global de 7-6. En Old Trafford, los Diablos Rojos pasaron de dominar cómodamente a sufrir una pesadilla futbolística, pero una ráfaga ofensiva en el cierre les permitió seguir en carrera y protagonizar uno de los partidos más recordados del año.
El encuentro comenzó de manera ideal para el equipo inglés. A los 10 minutos, Manuel Ugarte, con asistencia de Alejandro Garnacho, abrió el marcador. El dominio local continuó y recién en el primer minuto de adición del primer tiempo Diogo Dalot estiró la ventaja con el 2-0 parcial.
Sin embargo, en el complemento, el equipo de Erik ten Hag bajó la intensidad y Lyon aprovechó. Primero descontó Coretin Tolisso a los 25 minutos y luego Nicolás Tagliafico empató el global con una aparición sorpresiva en el área rival. La expulsión de Tolisso al final del tiempo regular no detuvo el ímpetu del conjunto francés, que volvió a golpear en la prórroga.
En el cierre del primer tiempo extra, Rayhan Cherki puso el 3-2 y Alexander Lacazette, de penal a los 4 minutos del segundo tiempo suplementario, amplió la ventaja para la visita. Old Trafford quedó en silencio: Lyon ganaba 4-2 y estaba cerca de la hazaña.
Pero el United no se rindió. A los 114 minutos, Bruno Fernandes, de penal tras infracción de Thiago Almada a Casemiro, descontó. El empate llegó en el minuto 120 gracias a Kobbie Mainoo, que definió cruzado dentro del área para el 4-4 que parecía llevar todo a los penales.
No obstante, aún quedaba tiempo para más. En el primer minuto del adicional, Harry Maguire, jugando como centrodelantero, conectó de cabeza el 5-4 definitivo, desatando la locura en el Teatro de los Sueños. El defensor se convirtió en el héroe de la noche y selló la clasificación en un partido inolvidable.
Con este resultado, Manchester United enfrentará a Athletic Club de Bilbao en semifinales, reeditando la recordada serie de octavos de final de 2011, en la que el equipo vasco, dirigido por Marcelo Bielsa, eliminó al conjunto inglés.
El equipo de Garnacho y Lisandro Martínez (ausente por lesión) sigue soñando con el título continental, tras una de las gestas más impactantes de la temporada europea.