La dura interna de Juntos por el Cambio en Tucumán acaba de resolverse: la fórmula para la gobernación estaría integrada por el diputado nacional Roberto Sánchez, de la Unión Cívica Radical (UCR), secundado por el peronista Germán Alfaro, intendente de San Miguel, apoyado por el PRO.

El anuncio del acuerdo fue efectuado por Horacio Rodríguez Larreta en Twitter: “Felicitaciones a Germán Alfaro y Roberto Sánchez por haber llegado a un acuerdo. Son un ejemplo de compromiso y responsabilidad, poniendo a los tucumanos y a la unidad de JxC por encima de todo. No tengo dudas: ¡juntos vamos a transformar Tucumán para siempre! Tienen todo mi apoyo”.

Hasta el momento, Sánchez y Alfaro querían ser candidatos a gobernador y ninguno se bajaba de esa postulación. En Tucumán no hay PASO y eso complicó la pelea. Todo se destrabó esta tarde, en reuniones que mantuvo el dirigente peronista con el larretismo en la ciudad de Buenos Aires.

La provincia tiene elecciones el 14 de mayo y la oposición disputará la gobernación contra la fórmula oficialista de Osvaldo Jaldo y Juan Manzur. Según el calendario electoral, la fecha para la presentación de alianzas fue el 6 de marzo. Y el 14 de abril es el cierre de listas para presenta las candidaturas), aunque la justicia local había establecido un plazo de 72 horas para ultimar detalles.

Para destrabar el conflicto intervinieron el titular de la UCR, Gerardo Morales; la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y Rodríguez Larreta. De las negociaciones directas participaron Pablo Walter, por el bullrichismo tucumano, y Marcelo Wechsler, operador del larretismo en el interior, mientras que por el radicalismo estuvo Willy Hoerth, armador político del gobernador jujeño. Estos dirigentes son los que estuvieron casi todo el día reunidos en Tucumán para cerrar el entendimiento. Se sumaron a las tratativas Augusto Rodríguez Larreta, hermano del jefe de Gobierno porteño, y el ex senador de la UCR tucumana José Cano, quienes estuvieron reunidos con Alfaro en Buenos Aires.

Quien también tuvo un rol activo fue Mauricio Macri, quien siguió el tema desde Europa, donde se encuentra hasta este fin de semana. El ex presidente exigía la unidad y presionaba para que la intendencia de la capital tucumana quedara para Alfaro. Macri impulsaba la candidatura a intendente de la capital del periodista Omar Nóblega. No obstante, por estas horas en la provincia azucarera barajan que la postulante en la capital sea Beatriz Ávila, senadora nacional y esposa de Alfaro.

Ese último punto precisamente está contemplado en el acuerdo alcanzado en Juntos por el Cambio de Tucumán y fue una de las claves que destrabó todo. Las intendencias radicales de Yerba Buena, Concepción y Salazar Bella Vista, por su parte, las retendrá la UCR con candidatos propios.

El PRO intervino el partido provincial para pulsear la interna local desde el nivel nacional. Ramiro Beti, presidente del PRO tucumano, cedió temporalmente la conducción. El partido amarillo acordó una doble intervención a través de Walter y Wechsler, nombrados por Bullrich y Larreta. Damián Arabia, a cargo del armado federal de Bullrich, y Eduardo Macchiavelli, que lidera la estructura larretista en el interior, tendieron puentes en el PRO y con el radicalismo para evitar la ruptura.

A última hora de ayer lunes, Roberto Sánchez anunció en Twitter: “Acordamos para cambiar Tucumán. Acordamos porque nos une una convicción: Tucumán no puede seguir en manos de los mismos de siempre. Hoy comenzamos a ganar todos los que queremos algo nuevo. Con @alfarogerman vamos a honrar a esa mayoría de tucumanos que quiere vivir mejor”. Por su parte, Alfaro declaró al diario La Gaceta: “He decidido dejar a un costado mis aspiraciones personales y declinar mi candidatura a gobernador porque considero que primero está Tucumán y luego los hombres”.