Los bomberos se esforzaban el lunes por extinguir un incendio que lleva seis días arrasando terrenos cerca de un complejo turístico de la Costa del Sol, en el sur de España, pero dijeron que por fin veían señales alentadoras cuando algunos de los miles de evacuados comenzaron a regresar a sus casas.

“La evolución de las últimas horas muestra signos esperanzadores, pero tenemos que seguir siendo prudentes”, dijo a los periodistas el jefe de la brigada de bomberos Juan Sánchez, de la agencia regional de incendios forestales.

Alrededor de 1.000 bomberos, apoyados por unos 50 aviones, trabajaban para sofocar el incendio, que ya ha quemado 7.780 hectáreas de bosque desde que se declaró el miércoles.

Los bomberos dicen que este incendio ha sido uno de los más difíciles de combatir de los últimos tiempos en España.

Aun así, se ha permitido el regreso a casa de unas 1.054 personas que fueron evacuadas la semana pasada del centro turístico de Estepona y de la localidad de Benahavís, mientras que varios centenares de personas de otras zonas cercanas siguen alejadas.

“Llevamos mucho tiempo hablando de las consecuencias de la despoblación de las zonas rurales, del cambio climático y de otros fenómenos. Hoy las estamos viviendo”, dijo Sánchez.

Avivado por fuertes vientos, el incendio forestal comenzó el miércoles por la noche en la zona montañosa de Sierra Bermeja, por encima de Estepona, un lugar popular entre los turistas y jubilados británicos.

Un bombero murió el jueves mientras trabajaba en la extinción del fuego.

La responsable regional de Medio Ambiente, Carmen Crespo, dijo el viernes que el incendio parecía haber sido provocado deliberadamente y que los investigadores estaban trabajando en el asunto.