Una comisión del Parlamento está investigando si Johnson, quien abandonó Downing Street en septiembre, engañó intencional o imprudentemente a la Cámara de los Comunes en una serie de declaraciones en las que sostuvo que no se rompieron las reglas en las reuniones.

Si encuentra que Johnson engañó deliberadamente a los parlamentarios, entonces podría ser suspendido. Cualquier medida de más de 10 días podría provocar una votación para destituirlo de su escaño y poner fin a su carrera política.

Johnson lanzó una larga defensa en la audiencia, diciendo que sus comentarios ante el Parlamento se habían hecho de buena fe.

“Estoy aquí para decirles, con una mano en el corazón, que no le mentí a la Cámara”, dijo Johnson, quien acusó a la comisión de parcialidad. “Cuando se hicieron esas declaraciones, se hicieron de buena fe y sobre la base de lo que honestamente sabía y creía en ese momento”.

El llamado “partygate” contribuyó a la caída de Johnson tras meses de reportes de que él, junto con otras figuras importantes del Gobierno, había estado presente en reuniones con alcohol en Downing Street durante 2020 y 2021, cuando gran parte del resto de Reino Unido estaba obligado a quedarse en casa.

Johnson fue multado por la policía por asistir a un evento para celebrar su cumpleaños en Downing Street en junio de 2020, lo que lo convirtió en el primer ministro que violó la ley mientras ocupaba el cargo. Se emitieron unas 126 multas por las reuniones.

Harriet Harman, presidenta de la comisión, dijo que se consideraría la evidencia que Johnson había brindado y podría pedir más evidencia a su debido tiempo.