Juan Solórzano, jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) entre 2016 y 2018, fue capturado en mayo, al igual que Aníbal Argüello, un exmiembro de un organismo anticorrupción señalado por el mismo caso y al que el magistrado impuso igual medida cautelar el viernes.

“Para nosotros esto fue un circo. Nos han querido criminalizar, nos han querido poner estas esposas para hacernos ver que éramos miembros de una organización criminal”, dijo Solórzano, tras conocer la decisión judicial.

La fiscalía de Delitos Electorales lo acusa de conspiración, asociación ilícita y falsedad ideológica porque en un asamblea que realizó el año pasado para conformar un partido político fue registrado como asistente el nombre de una persona fallecida. El fiscal argumenta que Solórzano falseó el acta de la reunión.

El exjefe del SAT y Argüello, que trabajó para la comisión anticorrupción CICIG, respaldada por la ONU en Guatemala, calificaron su captura de “caso político”, con el argumento de que el primero denunció una red de corrupción en el órgano tributario.

“No veo peligro de fuga ni de obstaculización de la averiguación de la verdad”, explicó el juez. Solórzano y Argüello habían permanecido hasta el viernes tres semanas encarcelados.