La Unidad Fiscal de Homicidios II, a cargo de Carlos Sale, estuvo a cargo de la investigación.
Por un convenio pleno de juicio abreviado, previo acuerdo entre las partes, Juan Christian Ruiz fue condenado por el delito de homicidio preterintencional a la pena de dos años y ocho meses de prisión efectiva. Durante la audiencia, la auxiliar de fiscal de la Unidad de Homicidios II del Ministerio Público, Luz Becerra, describió el hecho y las evidencias testimoniales. “El dolo del señor Juan Christian fue efectivamente de provocar lesiones a su hermano en el marco de una pelea que ambos estaban teniendo, aparentemente en grado de intoxicación. Entendemos que no tuvo la intención de provocarle la muerte y que no estaba en sus planes. La falta de dolo para el homicidio podemos inferir en que ambos eran hermanos, que solían pelearse y que estaban alcoholizados, lo que podría haber influido en la estabilidad de la víctima”, afirmó la Auxiliar de Fiscal, quien leyó lo rubricado por el titular de la Unidad Especializada, Carlos Sale, junto con la defensa y el acuerdo por parte de los familiares.
Luego de lo expuesto por la Fiscalía, el imputado aceptó los hechos tal cómo ocurrieron. Acto seguido, el juez interviniente validó el convenio y dispuso el traslado del condenado al servicio penitenciario provincial.
El hecho
El día 19 de julio de este año, a las 20:10 horas, los hermanos Ruiz, quienes mantenían una relación conflictiva por cuestiones de la casa donde convivían en el pasaje Bordabehere al 50 de esta ciudad, se encontraban en la intersección de avenida Avellaneda y ese pasaje. En esas circunstancias, Juan Christian persiguió y amenazó a Juan Carlos. Al llegar a la bocacalle de esta intersección, el agresor lo golpeó con un palo de madera a su hermano en el rostro, con el propósito de causarle un daño en su cuerpo o en su salud, lo que provocó que caiga pesadamente al suelo, impactando la parte trasera de su cabeza con el pavimento. Si bien intentó continuar con la agresión fue impedido por la intervención de un portero de un edificio. Posteriormente, el victimario se dio a la fuga del lugar, mientras el hermano era asistido por vecinos, dos efectivos policiales y personal de una ambulancia, pero no quiso ser atendido medicamente en ese momento y se retiró por sus propios medios. El día después de la pelea, Juan Carlos asistió al Centro de Salud porque no se sentía bien. Luego fue derivado al Hospital Padilla donde recibió un tratamiento quirúrgico y quedó internado, complicándose su estado de salud el 10 de septiembre, cuando falleció por un paro cardiorespiratorio producido, de acuerdo al informe autópsico, por una sepsis posterior al traumatismo encéfalo craneano.