Ayer, en horas de la mañana, se realizó una audiencia a los fines de convalidar un juicio abreviado que fue acordado entre el Ministerio Fiscal, las víctimas y la defensa del acusado, Ángel Alejandro Dorado, quien fue condenado a 8 años de prisión: 7 por un robo con arma de fuego, sumado a la pena de un año que ya tenía por otro caso.
El pasado 17 de abril, el imputado, de 24 años, asaltó a dos hombres en la calle, en cercanías a la autopista de la ciudad de Alderetes. A una de las víctimas le disparó en una de sus piernas y a la otra le sustrajo $ 11.000. Por ese hecho, la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos II, a cargo de Pedro Gallo, le imputó el delito de robo agravado por el empleo de arma de fuego.
Durante esta audiencia, el auxiliar de fiscal, Rodrigo Bilbao, dio a conocer los detalles del convenio al que arribaron las partes y consideró que a Dorado se le impongan 8 años de prisión. El mismo reconoció su responsabilidad penal en la causa, y prestó conformidad a los hechos acreditados y a la pena propuesta. Por su parte, el juez interviniente declaró admisible el juicio abreviado y ordenó su inmediato traslado al penal de Villa Urquiza.
Cabe mencionar que, el 12 de abril pasado, el acusado fue condenado a la pena de un año de prisión condicional por el delito de encubrimiento por receptación, a raíz de un hecho ocurrido el 17 de marzo de este año. Así, y atento a que una persona no debe cumplir dos penas en forma simultánea, corresponde proceder a la unificación de penas, tal como ocurrió en esta oportunidad.
Robo y disparos
El 17 de abril de 2021, a las 13:50 horas, en circunstancias en que dos hombres se encontraban parados al lado de su camioneta aguardando por ayuda mecánica, en calle 20 de junio ubicada antes de llegar a la autopista de Alderetes, Dorado increpó a una de las víctimas apuntándola con un arma de fuego y pidiéndole dinero, a lo que ésta se negó. Entonces el imputado le disparó en la pierna mientras el damnificado intentaba escapar. Luego fue tras la otra persona, a quien le arrebató $11.000 y se dio a la fuga a pie por una quinta de limones, entre tanto seguía gatillando el arma sin que salieran los disparos.
