Este miércoles se cumplieron 3 años del crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gessel. En paralelo, se celebró la 13° audiencia por el juicio de ese asesinato. Tal como vienen ocurriendo los últimos días, hoy pidieron declarar dos acusados. En esta ocasión, lo hicieron Lucas Pertossi y Blas Cinalli.

El primero declaró tras la presentación de Jorge Velich y Juan José Fenoglio, peritos de parte de la defensa, quienes cuestionaron el informe de la autopsia realizado por el médico Diego Duarte. “No sabemos cuál es la lesión que produjo el sangrado cerebral, no se identificó la arteria que sangró”, dijeron y criticaron la causa de muerte datada por Duarte, “paro cardíaco traumático”. De acuerdo a Página/12, la estrategia se orientó a mostrar que éste no identificó qué fue lo que produjo las lesiones ni la intensidad de los traumatismos.

Tras éste, apareció Lucas Pertossi convirtiéndose en el cuarto acusado en prestar declaración. El imputado relató lo que, según él, pasó la madrugada del 18 de enero de 2020 y, al final de la narración, aseguró que “en ningún momento le pegué a Fernando, en ningún momento participé de un plan de asesinato. En ningún momento tuve intención de quitarle la vida a nadie“. Luego, declaró Blas Cinalli.

“Se dijo que Fernando tenía ADN mío en el meñique. Yo en ningún momento le pegué“, dijo Cinalli. El imputado aseguró que tuvo un incidente con otra persona dentro del boliche, aunque no supo precisar de quién era. En este sentido, dijo que “supone” que “la persona de adentro del boliche” sería Fernando. Blas Cinalli, al igual que Lucas Pertossi, se ubicó fuera del boliche pegándole a Tomás D’Alessandro, amigo de Fernando, y no a la víctima. Durante su declaración, los dos acusados hablaron de los hechos como una “pelea”.