Cuando se le preguntó acerca de los comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell, respecto de que sería apropiado aumentar las tasas más de lo esperado ante esos reveses, y posiblemente en pasos más contundentes, el funcionario de la Casa Blanca dijo que era importante no depender demasiado de los datos de un solo mes.

“La Casa Blanca no va a interferir con la gestión de la Fed”, dijo el funcionario. “Pero estamos lidiando con un mes de datos y la gente necesita sentarse y tomar un respiro”.

Powell, en el primero de los dos días de testimonio ante el Congreso, se había quejado anteriormente de la “reversión parcial” del progreso que los funcionarios de la Fed creían haber visto en la reducción de la inflación hasta finales del año pasado.

Una serie de datos de enero, publicados durante el mes pasado, incluidos informes que muestran más de medio millón de nuevos empleos, un gasto sólido del consumidor y lecturas de inflación más fuertes de las esperadas, mostraron que la economía puede no estar desacelerándose como la Fed cree necesario para bajar la inflación al 2% anual.

“La Fed es independiente y no comentamos sobre su política”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, cuando se le preguntó sobre los comentarios de Powell el martes. La portavoz añadió que el presidente Joe Biden “cree que es importante darle a la Fed el espacio necesario para tomar decisiones sobre política monetaria”.

Los economistas de la Casa Blanca creen que los sólidos datos recientes de empleo son “evidencia de que el plan económico del presidente está funcionando”, dijo.