Como por ejemplo, saber si el famoso momento de la película “Vengadores: Infinity Wars” podría haber ocurrido. Si Thanos habría podido realizar su chasquido con el Guantelete del Infinito en su mano.
Eso sí, el estudio no se ha realizado con un Guantelete con todas las gemas de infinito puestas, y tal vez el hecho de que Thanos sea un titán, miembro de una especie humanoide ficticia, pueda cambiar las cosas. Pero la ciencia, en este caso la biofísica, es la que es.
Pero ¿qué dice la ciencia? Pues dos cosas muy claras. La primera, que un chasquido es increíblemente rápido, mucho más de lo que se pensaba. El chasquido en sí dura apenas 7 milisegundos, 20 veces menos que un parpadeo. Y esto se debe a que el chasquido es resultado de la mayor aceleración que un cuerpo humano es capaz de producir.
Para llegar a esta cifra, los investigadores utilizaron cámaras de ultra-alta velocidad y medidores de fuerzas de última generación. Un equipo, eso sí, que ya tenían a su disposición dado las investigaciones a las que se dedican. Porque se trata de un equipo necesario para medir los factores físicos que determinan un chasquido, y no el movimiento de chasquear los dedos, que no son lo mismo.
Y aquí entramos en una parte de la explicación que es un poco compleja. El chasquido es enormemente veloz, pero el chasquido hay que prepararlo. Para que se produzca un chasquido, los músculos del antebrazo preparan los dedos para producir la aceleración necesaria. Cargan de energía los tendones, y cuando esta energía se libera se produce el chasquido. Por eso el chasquido en sí es más veloz que un parpadeo, aunque parezca que no.
La velocidad a la que ocurre el chasquido es sorprendente, y la aceleración que se produce también lo es. Pero aún así, Thanos el titán loco no habría podido acabar con la mitad de la vida en el universo con un chasquido.