El precio de los alimentos registró una suba del 0,3% en la segunda semana de julio, de acuerdo con el relevamiento semanal elaborado por la consultora LCG. El informe indica que la inflación del rubro continúa mostrando señales de desaceleración, tras haberse ubicado en 0,7% la semana anterior y mantenerse en niveles inferiores al 1% desde mediados de junio.
La medición, que se realiza sobre la base de más de 8.000 precios relevados en supermercados de todo el país, mostró una variación dispar entre las diferentes categorías de productos. En la segunda semana de julio, las mayores alzas se registraron en azúcar, miel, dulces y cacao, con un incremento del 2,7%, seguido por carnes (1,9%) y condimentos y otros productos alimenticios (0,6%). También subieron las verduras (0,4%), las frutas (0,1%) y los productos lácteos y huevos (0,1%).
En cambio, hubo bajas en bebidas e infusiones para el hogar (-0,1%), comidas listas para llevar (-0,2%), aceites (-0,6%) y productos de panificación, cereales y pastas, que presentaron una caída del 2,7%.
De las diez categorías relevadas, seis mostraron subas, tres registraron bajas y una se mantuvo sin cambios. Según LCG, el porcentaje de productos con aumentos en la semana fue del 18%, un valor por debajo del promedio histórico y que refuerza la tendencia a la moderación de los precios en este segmento.
El comportamiento mensual
En términos mensuales, el informe de LCG también expone la variación promedio de las últimas cuatro semanas hasta la segunda semana de julio. En ese período, la inflación de alimentos se ubicó en 1,8%, con fuertes diferencias entre rubros. Las principales subas correspondieron a bebidas e infusiones para consumir en el hogar (5,7%), aceites (4,5%) y azúcar, miel, dulces y cacao (4%). También se destacaron verduras (3,4%) y carnes (2%), mientras que los productos lácteos y las comidas listas para llevar se mantuvieron en un nivel de crecimiento más moderado (0,9%).
Por el contrario, el promedio mensual arrojó bajas en frutas (-0,7%), productos de panificación, cereales y pastas (-1,3%) y condimentos y otros productos alimenticios (-2,4%). Estas caídas ayudaron a compensar en parte las subas registradas en otras categorías.
Además del desglose semanal y mensual, la consultora incluyó en su informe una serie histórica que permite observar la evolución de la inflación de alimentos a lo largo del último año. Desde julio de 2024 hasta julio de 2025, el comportamiento de los precios en este sector ha estado marcado por una alta volatilidad, con picos de hasta 2,4% en semanas puntuales —como en diciembre y marzo— y retrocesos en algunas otras, como ocurrió en enero y mayo.
En particular, el informe muestra que entre abril y mayo de este año se produjo un punto de inflexión. En la quinta semana de mayo, el índice registró una baja del 1,6%, el valor semanal más negativo en el último año. A partir de ese momento, las variaciones semanales se estabilizaron en niveles más bajos, en un contexto de menor presión sobre los precios y una demanda interna debilitada.
Durante junio, la inflación semanal de alimentos osciló entre 0% y 0,7%, y en las dos primeras semanas de julio no superó el 0,3%. Esta tendencia refleja una desaceleración progresiva, aunque los analistas advierten que algunos aumentos puntuales podrían continuar afectando rubros específicos, como los productos azucarados o las bebidas, que en las últimas semanas mostraron variaciones superiores al promedio.
“La evolución semanal sugiere una tendencia a la estabilización en el ritmo de aumentos. Aunque persisten subas puntuales en determinados rubros, el comportamiento reciente del índice refuerza el cambio de dinámica que comenzó a observarse a fines de mayo y que se mantiene en lo que va de julio.”