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Astronomía
30/10/2024

La NASA descubrió un mundo infernal y brindó detalles al respecto

La NASA descubrió un mundo infernal y brindó detalles al respecto
Este descubrimiento revela una exoluna volcánica única, ofreciendo un nuevo enfoque sobre la geología espacial y las condiciones extremas del universo.

Un equipo de astrónomos de la NASA ha hecho un descubrimiento extraordinario en las profundidades del espacio: la posible existencia de una exoluna cubierta de lava que orbita un planeta gigante gaseoso. A unos 635 años luz de la Tierra, este hallazgo despierta interés no solo por la magnitud del descubrimiento, sino también por las condiciones extremas en las que se encuentra esta exoluna. La comunidad científica especula que podría ser la primera luna volcánica fuera de nuestro sistema solar, lo que marca un antes y un después en el conocimiento de cuerpos celestes y su actividad.

El planeta en cuestión es WASP-49 b, un gigante gaseoso tres veces más pequeño que Júpiter, pero con características extremas. Este planeta orbita muy cerca de su estrella, completando una vuelta en solo 2,8 días terrestres, lo que lleva su temperatura a unos 1100 grados Celsius. Estos niveles hacen que WASP-49 b sea un infierno cósmico, y sus condiciones tan particulares despertaron la curiosidad de los científicos, quienes detectaron una enorme nube de sodio alrededor del planeta, algo que desafía los modelos astronómicos actuales.

El descubrimiento de la NASA
Este fenómeno resultó tan extraño que llevó a los científicos a investigar su origen con gran detalle. La hipótesis que surgió tras años de observación es que esta nube de sodio podría estar siendo creada por una luna volcánica que orbita a WASP-49 b. Esta teoría se fundamenta en el hecho de que una nube de sodio no debería existir en un planeta como WASP-49 b, y la única explicación lógica parece ser que una luna cercana está inyectando grandes cantidades de sodio en la atmósfera del planeta.

Los estudios comenzaron en 2012, pero fue en 2017 cuando se detectó por primera vez esta enigmática nube. Desde entonces, astrónomos de todo el mundo han trabajado en analizar este fenómeno, a pesar de las dificultades que implica observar un objeto tan distante y con tantas interferencias. El descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre los posibles procesos volcánicos en lunas fuera del sistema solar y lo que estos pueden implicar para la geología y la química espacial.

Una luna condenada a la destrucción
La actividad volcánica de esta luna es tan intensa que libera alrededor de 100 toneladas de sodio por segundo, algo nunca antes observado en una luna de tales características. Este nivel de actividad se asemeja a lo que se observa en Ío, una de las lunas volcánicas de Júpiter, que es famosa por su intensa actividad geológica. La investigadora Rosaly Lopes, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, comentó que estos indicios son convincentes, afirmando: “La evidencia muestra que algo más que el planeta y su estrella están generando esta nube”.

Sin embargo, el destino de esta exoluna volcánica parece estar marcado. Los expertos estiman que, debido a la gravedad extrema del gigante gaseoso y a la intensa actividad volcánica que experimenta, esta luna eventualmente se destruirá en un proceso lento y muy destructivo. Este descubrimiento no solo marca un hito en el campo de la astronomía, sino que también abre la puerta a futuras investigaciones sobre cuerpos celestes en condiciones extremas, y cómo pueden desarrollarse y, eventualmente, destruirse debido a las fuerzas cósmicas.

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