En Zvecan, una de las ciudades, la policía estatal de Kosovo -integrada en su totalidad por personal de etnia albanesa después de que todos los serbios abandonaran el cuerpo el año pasado- roció gas pimienta para repeler a una multitud de serbios, que rompieron una barricada de seguridad e intentaron entrar por la fuerza en el edificio municipal, según testigos.

En Leposavic, cerca de la frontera con Serbia, las fuerzas estadounidenses de mantenimiento de la paz, equipadas con material antidisturbios, colocaron alambre de espino alrededor de la sede del Ayuntamiento para protegerlo de los cientos de serbios enfurecidos que se congregaban en las inmediaciones.

Las fuerzas de mantenimiento de la paz de la OTAN también bloquearon el ayuntamiento de Zubin Potok para protegerlo de la ira de los serbios locales, según testigos.

Los serbios, que son mayoría en el norte de Kosovo, nunca han aceptado su declaración de independencia de Serbia en 2008 y siguen considerando Belgrado su capital, más de dos décadas después del levantamiento de los albanokosovares contra el represivo Gobierno serbio.

Los albaneses constituyen más del 90% de la población de Kosovo en su conjunto, pero los serbios del norte exigen desde hace tiempo que se aplique el acuerdo alcanzado en 2013 con la mediación de la Unión Europea, por el cual se prevé la creación de una asociación de municipios autónomos en su zona.

Los serbios se negaron a participar en las elecciones locales de abril, en los que candidatos de etnia albanesa ganaron las alcaldías de cuatro municipios de mayoría serbia -entre ellos Mitrovica Norte, donde el lunes no se registraron incidentes- con una participación del 3,5%.