El jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, Juan Antonio Siloleo, declaró a la prensa en Cádiz que se encontraron tres drones, uno de ellos fabricado a partir de una tabla de surf, junto con otros seis drones voladores de gran tamaño, en varios almacenes cercanos a la ciudad portuaria de Cádiz.

Los dispositivos marítimos estaban diseñados para recorrer 30 km transportando hasta 200 kg de marihuana y hachís

“La navegacion de estos aparatos se hace vía GPS y remotamente, con lo cual una persona desde su vivienda con una tableta y una programación adecuada podía controlar en todo momento la ubicación y el lugar de atraque de este dispositivo”, dijo Siloleo.

La investigación duró 14 meses y permitió a la policía incautar más de 150 kg de hachís y marihuana, 157.000 euros (161.537 dólares) en efectivo y detener a ocho personas en Ceuta, enclave español en la costa norte de Marruecos, y en las ciudades del sur de España de Cádiz y Málaga.

La policía también encontró coches con compartimentos ocultos para llevar la droga hacia el norte, hasta Dinamarca.

Son muchos los grupos de narcotraficantes y traficantes de personas que operan en la zona del estrecho de Gibraltar, que separa Europa de África.