La decisión del Gobierno nacional de convertir a Tucumán en la primera provincia argentina en firmar el convenio para poner en práctica la jornada extendida en las escuelas primarias despertó expectativas entre los padres por la recuperación de clases de los alumnos, pero también abrió una serie de interrogantes acerca de cuáles serán los efectos prácticos de la medida. La intención oficial es incorporar una hora extra de clases tras el receso invernal, de tal manera de nivelar la educación en dos contenidos específicos: matemáticas y lengua.
Paralelamente, los representantes sindicales del sector docente esperan instrucciones por parte de la cartera educativa acerca de su instrumentación, pero además, de la retribución que recibirán los maestros a partir de esta extensión horaria. El vicepresidente de la Legislatura a cargo del Poder Ejecutivo, Regino Amado, explicó que la incorporación de la hora extra será progresiva y, ante la consulta de los sindicalistas, respondió que se pagará por esa extensión tanto al personal directivo, al cuerpo docente y también no docente de cada establecimiento alcanzado por la medida. “El gobernador (Osvaldo Jaldo) traerá de Buenos Aires los detalles acerca de cómo y cuánto se liquidará al personal que esté afectado a esta nueva carga horaria. Independientemente de esa cuestión económico-financiera, consideramos que la medida posibilitará una mejora para el abordaje de contenidos educativos en el nivel primario”, manifestó.
Amado ha quedado a cargo de la Casa de Gobierno tras el viaje de Jaldo a la Capital Federal, donde participará hoy del acto de firma del nuevo programa de extensión horaria educativa, junto con el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete Juan Manzur y los ministros de Educación, Jaime Perczyk (Nación) y Juan Pablo Lichtmajer (Tucumán). En tanto, el presidente subrogante de la Cámara a cargo de la vicegobernación, Sergio Mansilla, está participando de una cumbre del Parlanoa.
