Si bien Ucrania y la vecina Moldavia podrían tardar más de una década en cumplir los requisitos de adhesión, la decisión tomada en una cumbre de dos días de la UE es un paso simbólico que señala la intención del bloque de llegar a lo más profundo de la antigua Unión Soviética.
“Un momento histórico”, tuiteó el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel. “Hoy marca un paso crucial en su camino hacia la UE”, dijo, añadiendo: “Nuestro futuro es juntos”.
El paso, que también supone la concesión del estatus de candidato a Moldavia, da el pistoletazo de salida a la expansión más ambiciosa de la UE desde que acogió a los Estados de Europa del Este tras la Guerra Fría.
“Toda la gente de Ucrania está observando y esperando esta decisión”, dijo Ivan Zichenko, un ucraniano de 34 años de la devastada ciudad de Járkov, que ahora vive en Bruselas.
“Es muy, muy importante elevar su moral”, dijo mientras unas decenas de personas coreaban “Ucrania es Europa” en una concentración ante el edificio de Bruselas donde se reunían los líderes de la UE.
Sin embargo, tras la retórica triunfalista, en la UE existe la preocupación de que el bloque siga siendo coherente a medida que se va ampliando.
Luego de comenzar en 1951 como una organización de seis países para regular la producción industrial, la UE cuenta ahora con 27 miembros que enfrentan complejos retos, desde el cambio climático y el auge de China hasta una guerra a sus propias puertas.
El presidente ruso Vladimir Putin dice que la “operación militar especial” lanzada en Ucrania a finales de febrero fue en parte necesaria por la invasión occidental de lo que Rusia considera su legítima esfera de influencia geográfica.