Sin embargo, suelen existir dudas sobre si se puede incluir en la dieta de las personas con diabetes, así como sus derivados, como es el caso de las tortillas. Afortunadamente, la evidencia disponible no solo señala que no es perjudicial sino también que puede traer muchos beneficios. Conócelos aquí.
Qué es la diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica degenerativa que se caracteriza por los altos niveles de azúcar en sangre. Aunque es normal que en la sangre siempre exista algo de glucosa porque el cuerpo la utiliza como fuente de energía, cuando se genera un exceso puede ser perjudicial para la salud.
Esto ocurre cuando la insulina, una hormona producida por el páncreas que permite a nuestro cuerpo distribuir el azúcar entre las células, no es suficiente o no funciona adecuadamente (lo que ocurre en las diabetes tipo 1 y 2 respectivamente).
Si el exceso de glucosa no se atiende, las consecuencias pueden ser muy graves:
Lesiones en la vista, riñones y nervios.
Mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas o derrames cerebrales.
Necesidad de amputar un miembro.
Aunque aún no existe una cura para la diabetes, es posible disfrutar de una buena calidad de vida incorporando ciertos hábitos:
Controlando los niveles de glucosa en sangre.
Realizando actividad física regularmente.
Evitando el tabaco.
Llevando adelante una dieta saludable.
Maíz contra la diabetes
Entre los alimentos que los expertos recomiendan para controlar los niveles de glucosa en sangre, el maíz ocupa un lugar muy especial. Esto se debe a su importante aporte de fibra, energía, minerales y vitaminas.
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También facilita regular la ingesta de carbohidratos diarios (muy importante para las personas con diabetes), ya que media taza de maíz cocido o medio maíz grande aportan solo un tercio de los carbohidratos recomendados por comida.
Al ser un grano entero, es decir, ser un cereal compuesto de tres partes comestibles (salvado, germen y endospermo), el maíz ayuda a:
Mejorar la sensibilidad de la insulina.
Disminuir la inflamación.
Controlar los niveles de glucosa en sangre tras las comidas.
Existe evidencia científica que señala que el control del azúcar en sangre que promueve un consumo regular de maíz se debe a una enzima presente en el almidón que posee. Este beneficio se puede apreciar cuando se lo come cocido o incluso en tortillas (incluidas las que se refrigeran).
La recomendación de los expertos es consumir al menos dos porciones al día de granos enteros para controlar el azúcar en sangre. Si bien el maíz es la opción más atractiva, también se puede optar por avena o arroz.
Otros beneficios del maíz
El maíz es el cereal de mayor producción a nivel mundial (incluso por encima del arroz o el trigo). Desde hace más de 8.000 años forma parte de la alimentación de los diferentes pueblos y culturas latinoamericanas.
La razón de su popularidad, además de su practicidad y sabor, es que esconde muchas propiedades saludables:
Aumenta la saciedad.
Estimula el desarrollo de masa muscular.
Facilita la digestión.
Previene problemas cardiovasculares.
Protege la salud de los huesos.
Regula los niveles de colesterol y triglicéridos.
Maíz azul o morado
Una variante del maíz es el azul o morado (que posee el tono morado más intenso que se conoce en todo el reino vegetal). Este se debe a las antocianinas, pigmentos naturales que también podemos encontrar en los arándanos, cerezas y frambuesas.
También posee carotenos, vitaminas y una calidad alimentaria mayor a la del maíz común. Diferentes investigaciones hallaron que su consumo, además de permitir una buena alimentación, ayuda a:
Fortalecer el sistema inmunitario.
Controlar el peso.
Reducir la presión arterial.
Combatir la inflamación.
Prevenir la aparición de signos de envejecimiento, como manchas o arrugas.
Además de hervirlo para consumirlo, se pueden aprovechar sus beneficios utilizando su harina, con la que suelen hacerse panificados y tortillas. Pero, sin dudas, su uso más popular es para preparar la “chicha morada”, una bebida que se obtiene al hervir los granos con frutas y especias.
Para recordar:
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.
No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.
Fuentes consultadas: Asociación Estadounidense de Diabetes, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.