La Policía de Tucumán realizó una serie de allanamientos para desbaratar un negocio que realizaba licencias de conducir truchas y falsificaba Certificados de Buena Conducta, denunciado por la Subsecretaría de Tránsito de San Miguel de Tucumán tras recibir cerca de 35 denuncias por “estafa y defraudación”.

Las averiguaciones realizadas permitieron determinar la ubicación de ciertos domicilios que estarían relacionados con la causa, por lo que se solicitaron medidas de allanamiento, donde se registraron cinco viviendas ubicadas en Barrio ATE, Barrio Oeste II, en pasaje O´Higgins al 2.100 y en calle Matheu al 2.100.

“Empezamos a tomar las denuncias de la gente, hicimos capturas de los mensajes con los ciudadanos, los números de CBU en los que se hacían las transferencias y la policía empezó a hacer los seguimientos que derivó en el allanamiento de los cinco domicilios”, precisó Enrique Romero, Subsecretario de Tránsito de la Capital.

Como resultado, lograron secuestrar siete teléfonos celulares, varias computadoras, dispositivos tipo posnet, tablets, pendrives, chips de teléfonos, tarjetas de crédito y débito, licencias de conducir falsas y mucha documentación, fotocopias de DNI, y otros papeles referidos a un gran número de personas.

Para sacar las “licencias truchas” el monto rondaba entre los $4.000 y $10.000 cada una y para Romero este negocio prosperaba debido a que hay una sociedad “que se quiere manejar por izquierda”: “les prometían no hacer exámenes físico clínico o de manejo. Hay una doble moral, hay un corruptor y un corrompido, los dos son responsables”.