En la primera semana de enero hubo un incremento en el nivel de precios de los alimentos y bebidas del 2,3% y se aceleró fuerte respecto al último tramo de diciembre. Se trata de una cifra negativa si se tiene en cuenta que en noviembre y diciembre se verificó un descenso inflacionario en los productos que componen la canasta básica.
De acuerdo a un informe de la consultora LCG al que pudo acceder El Destape, en la primera semana de enero la suba de precios de los alimentos promedió 2,29%, acelerando 1,46 puntos respecto a la semana anterior. De esta forma, el índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 3,8% promedio en las últimas cuatro semanas.
Los números revelados representan un retroceso en la política de control de precios que lleva adelante el Ministerio de Economía que conduce Sergio Massa. Con la inauguración el programa Precios Justos, el Gobierno había logrado aplanar la curva de aumentos en alimentos, luego de que en noviembre se haya registrado una suba del 3,5% para este rubro y las proyecciones hablen de una nueva desaceleración en diciembre.
En esta oportunidad, los segmentos Comidas listas y Frutas aportaron 0,84 puntos a la variación semanal, producto de sus altas variaciones en la semana.
Así le fue a cada producto:
Frutas: 8,2%
Comidas listas para llevar: 5%
Verduras: 3,3%
Condimentos y otros productos alimenticios: 3,3%
Productos lácteos y huevos: 2,6%
Bebidas e infusiones para consumir en el hogar: 2,5%
Aceites: 2%
Productos de panificación, cereales y pastas: 1,1%
Azúcar, miel, dulces y cacao: 0,8%
Carnes: 0,8%
El porcentaje de productos con aumentos semanales fue del 40%, el valor más alto de toda la serie (desde 2020). Así, la distribución de variaciones de precios presentó mucha mayor dispersión respecto a la semana previa. Con un comportamiento posiblemente estacional, frutas y verduras se posicionan con una inflación mensual por encima del 9% promedio.