“El aumento de casos es una preocupación anual. Cuando aumentan los casos de bronquiolitis que coinciden con los meses invernales el sistema de salud se prepara para asistirlos. El virus sincitial respiratorio en los adultos genera un resfrío común y en los bebés cuanto más chiquitos son pueden tener más riesgos de complicaciones”, explicó Filtrin.

En este sentido, la profesional recomendó que todas las familias que tienen bebés deben estar atentos a las manifestaciones tales como: irritabilidad, que no se alimente bien, rechazo del alimento, que no quiera tomar el pecho o que duerma con dificultad serían motivos para consultar al médico. “Esto comienza como un catarro de vías aéreas superiores y alrededor de los tres días puede dar manifestaciones respiratorias bajas como ser tos, dificultad para respirar, agitación o hundirse dentro de las costillas; estas dificultades representan que la enfermedad tiene otra trascendencia”, agregó.

En la oportunidad, Filtrin indicó que lo primero que hay que trabajar es, desde la familia, la prevención. “Nadie que esté con mocos o resfriado debe acercarse a los bebés, si tenemos a un recién nacido debemos protegerlo para que no reciba visitas y no sacarlo fuera de la casa donde exista aglomeración de personas, porque esto forma parte de los riesgos”, explicó.

Por último, la profesional contó que la brigada de bronquiolitis realiza toda una actividad preventiva a nivel territorial. “Las familias reciben recomendaciones en salud con respecto a los cuidados de los bebés. Es un trabajo de prevención y de educación sanitaria y en caso de encontrar sintomáticos se los trasladan a los nodos de atención que son 51 en la provincia”, finalizó.