El informe preliminar de la autopsia realizada al cuerpo de Kiara Jazmín Caro, la nena de siete años encontrada sin vida a orillas del río Lules, dejó al descubierto detalles estremecedores sobre su trágica muerte.
Según el examen forense, la menor no solo fue abandonada por su mamá, Daniela Fernanda Ávila, sino que además sufrió una muerte dolorosa, agonizó por horas, y quedó completamente sola y sin poder pedir auxilio.
El cuerpo de Kiara, hallado el lunes después de su desaparición el domingo, reveló que murió por “asfixia por inmersión”; es decir, se ahogó. También tenía golpes en la cara.
Esta información confirma que la menor no sufrió un accidente, sino que fue dejada en un lugar peligroso y vulnerable, sin ninguna protección, según indicó el fiscal del caso, Pedro Gallo, en una audiencia que se hizo este martes al mediodía.
Además, la autopsia indicó que Kiara presentaba golpes en la cabeza, especialmente en la zona de la frente y en el lado izquierdo. Todavía no se pudo determinar si son producto de una agresión o si, antes de morir, se golpeó al caer sobre las piedras que están dentro del cauce del río.
Otro dato impactante del informe preliminar es que la nena había tragado barro, lo que indica que, mientras intentaba luchar por su vida o pedir ayuda, respiró la tierra del fondo al quedar atrapada en el río. Esto fue probablemente lo que terminó por ahogarla.
Por otro lado, este martes la Justicia imputó formalmente a la madre de Kiara, Daniela Ávila, acusada de “abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo”.
En la audiencia donde se le leyeron los cargos, el fiscal Pedro Gallo destacó la gravedad del hecho y señaló que la madre dejó a su hija sola en el río sin ningún tipo de ayuda y luego trató de ocultar la verdad dando información falsa que complicó la investigación.
“Las características del hecho lo hacen especialmente gravoso. Estamos hablando que la víctima es una niña de siete años, que fue dejada sola en medio del cauce del río a plena noche, sufriendo golpes y agonizando, mientras la imputada optaba por volver a los corsos, dando posteriormente datos falsos que entorpecieron la investigación”, señaló el fiscal Gallo entre sus argumentos.
Ante las pruebas y las contradicciones en las declaraciones de la madre, el juez Bernardo Daniel L’erario decidió que Ávila quedara en prisión preventiva por tres meses, al considerar que existe peligro de fuga y entorpecimiento de la causa. Además, se ordenó su traslado a un hospital psiquiátrico debido a un cuadro de “ansiedad severa”.