La votación mayoritariamente partidista de 217-215 marcó una victoria para el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, quien espera atraer a Biden a las negociaciones sobre el recorte del gasto, incluso cuando la Casa Blanca y los demócratas del Congreso insisten en un aumento del límite de la deuda sin condiciones.

El Departamento del Tesoro podría quedarse sin formas de pagar sus cuentas en cuestión de semanas si el Congreso no actúa, y los mercados financieros ya están dando señales de advertencia. Un punto muerto en 2011 condujo a una rebaja de la calificación crediticia del Gobierno, lo que elevó los costos de financiamiento y perjudicó las inversiones.

“Hemos hecho nuestro trabajo”, dijo un victorioso McCarthy a los periodistas justo después de la votación. “Los republicanos han aumentado el límite de la deuda. Ustedes no. Tampoco Schumer”, agregó McCarthy, refiriéndose a Biden y a la principal figura demócrata del Senado, Chuck Schumer.

McCarthy ahora enfrenta una tarea mucho más compleja al tratar de negociar un compromiso con los demócratas sin perder el respaldo de algunos de sus colegas republicanos más conservadores.

McCarthy pidió a Biden que comience las negociaciones sobre un aumento del límite de la deuda y un proyecto de ley de reducción de gastos y que el Senado apruebe una iniciativa de la Cámara o dé luz verde a su propia legislación.

El proyecto de ley aumentaría la autoridad de endeudamiento de Washington en 1,5 billones de dólares o hasta el 31 de marzo, lo que suceda primero, lo que plantea el espectro de otra ronda de negociaciones durante la campaña presidencial de 2024.