Los testimonios de los vecinos de la calle 12 de Octubre al 1.100 son coincidentes. Aseguran que el sábado, a la 1.30, fueron testigos de un intento de abuso sexual que podría haber terminado en algo mucho más grave.

Lo primero que advirtieron fueron los gritos desesperados de una mujer pidiendo socorro. Cuando se animaron a salir, la escena que vieron los dejó impactados. Un sujeto joven golpeaba la cabeza de una joven contra el cemento de la vereda.

La mujer yacía semidesnuda en un charco de sangre, casi exánime por el brutal ataque, mientras su amiga, que era la que había alertado al vecindario con sus gritos, seguía clamando por ayuda.

Un vecino, que se identificó sólo como Marcelo, se enfrentó con el agresor en un intento por impedir que siguiera adelante con su brutal ataque. Se cruzaron a golpes hasta que en un momento, el sujeto aprovechó que su rival perdió el equilibrio para subir a la moto en la que venían y escapar del lugar.

En ese momento otro vecino, Esteban Heredia, pudo hablar con la amiga de la chica golpeada, quien le contó que habían conocido a su ocasional acompañante esa misma noche en un pub, y que cuando se retiraban el les había ofrecido acercarlas en su motocicleta.

Al parecer, cuando circulaban por la cuadra donde se desencadenó el ataque, perdieron el equilibrio y cayeron al pavimento, tras lo cual se desató una discusión entre el agresor y las dos mujeres.

El debate pasó a mayores y comenzó el bestial ataque que terminó con la pelea con el vecino y obligó a que la joven lesionada sea trasladada al hospital Padilla donde se le diagnosticó traunatismo encéfalo craneano y politraumatismos en otras partes del cuerpo.

Los vecinos están seguros que lo que vieron fue un ataque sexual y que, si no intervenían, el sujeto hubiera comprometido seriamente la vida de la joven, quien cuando se despertó en el nosocomio dijo no recordar nada de lo ocurrido.

En la Seccional Sexta, con jurisdicción en el sitio donde se produjo la violenta escena, sólo se tramitó una denuncia por accidente de tránsito, reduciendo todo a la caída de la moto, por lo que ninguno de los vecinos pudo testificar lo que vieron esa terrible madrugada.