Yerba Buena.- En diálogo con Los Primeros, el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, defendió el decreto que firmó el lunes pasado para flexibilizar algunas medidas restrictivas dictadas por el gobierno nacional a las que adhirió la Provincia, al señalar que “solo se trata de destapar un poco la olla a presión que significa el momento que se vive, donde la pandemia se suma a una situación social y económica muy complicada”.
Sostuvo que “las restricciones de los 9 días dispuestas por el gobierno nacional se hizo sentir muy fuerte en el sector de la gastronomía y atendiendo sus reclamos, que llegan con una importante carga de angustia, es que vimos la necesidad de que puedan volver a trabajar”.
Sin perder de vista las consecuencias sanitarias de la pandemia y la respuesta del sistema de salud, al borde del colapso, Campero afirmó que “también es muy angustiante y complicada la situación de quienes no tienen asegurado el recurso económico, el que vive el día a día, y que sufren también la frustración de no poder trabajar y llevar el sustento diario a su hogar”.
“Hoy tenemos la responsabilidad de conjugar todos los factores, el sanitario y el económico. Porque vemos que se puede generar un cóctel muy peligroso, en un elemento de violencia, donde la pandemia, la salud, la situación económica y la cuestión psicológica de la gente debe ser escuchado”, afirmó.
“Solo se trata de permitir un mínimo de funcionamiento en esta convivencia con la pandemia, de eso se trata. Entendemos que estamos en un momento tan complicado en lo social y en lo económico que no creo que se conspire contra el sistema de salud, porque también vemos que la gente sale menos y porque tampoco tiene plata para hacerlo”, sentenció el intendente de Yerba Buena.