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09/06/2021

Me duele la sien, ¿qué puede ser?

Es un gesto muy común: presionar la sien, esa área inmediatamente detrás de los ojos, sobre el hueso temporal y el esfenoides, a cada lado de la cabeza, con los dedos, como para eliminar la tensión del día y las preocupaciones.

Si la molestia en la sien se presenta como un único síntoma, es posible que los músculos de tu rostro, mandíbula o cuello estén tensos. Pero es cierto que también puede tener muchas causas, y es importante conocerlas, para poder abordarlas, y prevenir complicaciones.

La molestia en la sien, que muchas veces se siente como presión y hasta dolor puede deberse a:

Tensión producto del estrés. Una situación de estrés puede disparar el dolor en la sien. Este tipo de molestia que suele irradiarse en la sien y los hombros es episódica, esto quiere decir que suele ser un episodio aislado.

Sin embargo, si esta tensión se presenta de manera persistente, por más de 15 días al mes, se define como crónica.

La tensión muscular es la reacción natural al estrés. Frente a una situación de estrés, los músculos se tensan, y se relajan cuando pasó el momento de tensión.

El estrés crónico hace que los músculos del cuerpo estén en un estado de alerta más o menos constante, y las sienes forman parte de este efecto dominó. Cuando los músculos están tensos durante largos períodos de tiempo, esto puede desencadenar otras reacciones orgánicas e incluso promover trastornos relacionados con el estrés.

Migraña. La tensión en las sienes puede presentarse como un alerta de que está por comenzar un ataque migrañoso. Se puede sentir como una presión pero también como un latido que se vuelve intenso.

La migraña es una enfermedad que se presenta mayormente en la población joven, especialmente entre los 17 y los 40 años, y que afecta más a mujeres que a hombres.

Hay una gran predisposición genética para padecerla y, aunque se han estudiado varios factores de riesgo, la verdad es que aún se desconoce mucho sobre la migraña. Pero sí se sabe que la presión en las sienes, junto con síntomas como visión borrosa y aura pueden advertir sobre un ataque inminente.

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