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24/05/2021

Miembro fantasma: cuando se siente una extremidad que se perdió

¿Alguna vez has oído que las personas con miembros amputados pueden llegar a sentir dolores o picores en la extremidad que perdieron?

Esto se denomina síndrome del miembro fantasma. Aquí repasamos qué dice la ciencia sobre sus posibles causas.

Se estima que 90% de las personas a las que se les amputó una extremidad, puede sentir como si está aún estuviera ahí, incluyendo:

Dolor.

Calor o frío.

Entumecimiento.

Hormigueo.

Movilidad de los dedos que ya no se encuentran ahí.

Pinchazos.

Existen maneras de aliviar o disminuir estas molestias:

Frotar o ejercitar la parte restante de la extremidad para mantenerla caliente.

Engañar al cerebro mediante distracciones, pasatiempos, técnicas de relajación o ejercicios.

Recurrir a terapias no invasivas, como la acupuntura.

Actualmente, se desconoce la causa exacta de este síndrome, aunque un estudio de imágenes de dos centros de investigación en Río de Janeiro, Brasil, identificó cambios en cómo se comunican ciertas áreas del cerebro, en consecuencia de una amputación.

Estas alteraciones se producen en las regionesdel cerebro que controlan el movimiento y procesan el tacto.

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Si bien existen muchos estudios sobre el dolor del miembro fantasma, el autor principal de este trabajo, Ivanei E. Bramati, físico médico en el Instituto D’Or para la Investigación y la Educación, dijo que su investigación encontró que existe un desequilibrio en la función cerebral de los pacientes que informan sensaciones fantasma, incluso aunque no sientan dolores.

Sus hallazgos se publicaron en Scientific Reports.

El secreto de la sensación
La plasticidad cerebral es la capacidad del cerebro para adaptar su estructura y función frente a situaciones cambiantes.

Existe una “aceptación general” de que el cerebro adulto puede cambiar en respuesta a distintos factores:

Aprendizaje.

Estrés.

Drogas.

Hormonas.

Estimulación.

Envejecimiento.

En el nuevo trabajo, los autores se refieren a estudios que han relacionado la extremidad fantasma con una falla en la plasticidad cerebral. Sin embargo, también señalan que investigaciones más recientes han desafiado esta idea.

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