Sin embargo, este desarrollo no ha sido uniforme y muchos pacientes en países de ingreso mediano y bajo pierden la vida todos los días debido a la falta de acceso a procedimientos quirúrgicos.
Sin acceso a cirugía
En un artículo publicado por la revista The Lancet se afirma que 5 mil millones de personas en el mundo no tienen acceso a cirugía ni anestesia segura y asequible, lo que condena a muchas de ellas a años de discapacidad o incluso la muerte.
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De hecho, 16.9 millones de personas perdieron la vida por enfermedades que requerían una cirugía. Esta cantidad de muertes es mayor a la causada por VIH/SIDA, tuberculosis y malaria combinadas.
Mucha gente muere todos los días por condiciones como apendicitis, fracturas o problemas durante el parto, las cuales pueden resolverse con procedimientos quirúrgicos sencillos.
Al mismo tiempo, 33 millones de pacientes tienen gastos catastróficos cada año debido a los pagos que deben hacer por haber recibido anestesia y cirugía. Estos gastos obligan a muchas familias a vender su patrimonio, dejándolas en la ruina.
Los países de ingreso mediano y bajo también se enfrentan a pérdidas económicas por disminución en la productividad y en la capacidad de adquirir bienes y servicios de su población, lo que los empobrece aún más.
Una inversión global podría ayudar a muchos pacientes a tener acceso a procedimientos quirúrgicos y anestésicos seguros, disminuyendo la mortalidad, las pérdidas en producción y la deuda.
Esta inversión es necesaria para crear instalaciones quirúrgicas y bancos de sangre, para capacitar cirujanos, anestesiólogos, enfermeros y otros proveedores de salud y cubrir paquetes básicos de cirugía a toda la población.